Oftalmología
CONJUNTIVITIS PRIMAVERALLO MÁS IMPORTANTE AL RESPECTO...
Un porcentaje importante de nuestra consulta lo llenan pacientes cursando con algún cuadro de los muchos que hay de CONJUNTIVITIS CRÓNICA (más de 3 semanas de evolución) y por lo general aunque son diversas las causas que la pueden producir; por lo general no siempre afectan seriamente la visión, sin embargo 5 a 10% de ellos son de diagnóstico y tratamiento frustrante (no muy buena respuesta).
Pronto llegará la primavera y con ella el inicio o el recrudecimiento de patologías como de la que hoy hablaremos.
Una de las formas de conjuntivitis papilar gigante primaria que es provocada en parte por alergia ocular crónica y a la que técnicamente conocemos como QUERATOCONJUNTIVITIS PRIMAVERAL O VERNAL, la cual ataca a niños y adolescentes (de los 6 a los 18 años de edad), quienes en la mayoría de los casos sufren trastornos alérgicos estacionales recurrentes y/o asma.
La comezón o prurito ocular intenso es el síntoma cardinal, los ojos se ven algo enrojecidos, la luz leve o moderada suele ser incómoda y por ratos la visión es borrosa por la secreción mucoide espesa que se acumula -en el afán del ojo de defenderse de los alergenos presentes-. Es en la estación de primavera y comienzos del verano cuando más intenso es el cuadro –de ahí su nombre de “Vernal o Primaveral”.
La enfermedad puede tener dos formas que reconoceremos cuando hacemos la exploración clínica. En la forma palpebral, observaremos que al revertir el párpado superior en su tarso encontramos un crecimiento o hipertrofia gigante de unas formaciones que llamamos “papilas (con a)”, mismas que en el tarso el párpado inferior son abundantes, pero pequeñas y la conjuntiva que reviste al globo ocular se verá de un color blanco sucio “lechoso”, bañadas todas estas estructuras por secreción mucoide espesa.
Otra es la forma que llamamos limbal, observaremos que en la unión con la córnea –rodeándolahabrá unas formaciones como “quillas de barcos en los amarraderos del puerto” que son crecimientos de papilas gelatinosas llenas de unas células –eosinófilos- presentes en los estados alérgicos asociados a infiltrados del epitelio. Esta forma es más frecuente observarla en los niños.
En ambos casos también está presente un “puntilleo fino” sobre la parte superior de la córnea y ocasionalmente podremos ver una úlcera corneal en el tercio medio-superior en forma de escudo, estéril.
El tratamiento de estos casos es variable dependiendo de las condiciones que guarde el paciente, pero podremos iniciar con antihistamínicos orales y oculares tópicos, estabilizadores de mastocitos, ésteres de esteroides tópicos y si hay úlceras como las que arriba he descrito se aplicará un lente de contacto terapéutico y lubricantes sin conservadores, a veces usaremos también inmunomodulares tópicos o retirar quirúrgicamente las papilas del tarso palpebral superior para evitar complicaciones más graves al ojo, como sería la formación de vasos sanguíneos sobre la córnea y cicatrizaciones que pudieren afectar la visión y a todo esto sería muy útil recomendar el uso de lentes aéreos que tengan una buena protección contra la luz ultravioleta que con frecuencia se asocia también como otro componente alergénico más.
Como ven, el padecimiento no es cualquier cosa, sobre todo por ser nuestros niños y adolescentes quienes lo pueden sufrir y a pesar de nuestras recomendaciones se tallan o refriegan constantemente sus ojos, generando un trauma constante a sus córneas con el peligro latente de producirse secundariamente un queratocono (deformación cónica corneal), -alteración que modifica sustancialmente la visión y que puede llegar inclusive a requerir muchas veces hasta un transplante penetrante total de esta estructura del ojo.
Hasta el próximo domingo, D.M.