Alejandro Licona o la gran Enseñanza del Teatro

Frente a mí, fumando pausadamente, se encuentra Alejandro Licona, uno de los mejores dramaturgos mexicanos.

Quizás el personaje más exitoso de Licona, de los muchos que ha creado para la pantalla chica, sea el de Chabelita (interpretado por Nora Velázquez), la mujer que asiste religiosamente todos los días al confesionario para contarle al señor cura (Sergio Corona) todas sus desventuras, enredándolo todo y poniendo mediante el juego del doble sentidoen verdaderos predicamentos al no tan inocente párroco del pueblo. Siempre que tenemos oportunidad de conversar trato de ha llar en ese tipo formal y respetuoso al mismo que escribe esas obras con gran sentido del humor y de forma casi irreverente. A continuación la charla que sostuvimos en este enero que aún no termina.

“En 1972, en el Politécnico Nacional, se anunció un taller de cine. Una de las clases era guión de cine y lo impartía Emilio Carballido que tampoco era de cine, sino de teatro. Nunca recibimos una clase de guionismo, ni de teatro, porque el taller estaba muy avanzado, lo cual fue terrible para mí y para mis compañe ros que iban desertando porque los alumnos consagrados se ensañaban con nosotros (tenían una frase predilecta: `A tu obra le hacen falta dos cosas', y agarraban una hoja y la partían en dos). Incluso, como soy ingeniero, Carballido me dijo que siguiera por el camino de la ingeniería. Que me lo dijera mi gurú fue terrible, pero me aferré y fue así como comencé a escribir teatro. Recuerdo que había reprobado matemáticas alguna vez y el maestro pedía quinientos pesos por pasarme. Decidí escribir sobre las peripecias de cómo conseguí el dinero, y cuando leí la obra todo el mundo se partía de la risa (Carballido también). Así nació mi primera obra: Cómo Pasar Matemáticas Sin Problemas”.

“Para mí la dramaturgia es lo más satisfactorio, ahí saco todos mis demonios. Un escritor dijo que el acto de la creación era un animal pavoroso que uno arrojaba al público a ver qué hacían con él; yo estoy de acuerdo. Para mí la creación literaria es una necesidad vital.

“Mi género preferido es la comedia, el 98% de mi producción es comedia. Yo pienso, citando a Ibargüengoitia, que el humor es como el daltonismo, se nace con él. Entonces, por medio de la comedia me permito hacer crítica social, lo que con un tratamiento serio difícilmente se podría alcanzar. La comedia permite meternos hasta la cocina y ni quien se enoje.

“Haber escrito algunos guiones de cine es una parte vergonzosa de mi pasado que trato de olvidar. Si tuviera dinero compraría las películas para destruirlas. Fueron siete películas y pues no logro rescatar alguna de ellas. Quizás dos: "Mátenme porque me Muero" y "Mujer de Cabaret". Éstas pudieran ser las más rescatables que hice de cine, pero procuro guardar celosamente los títulos de las otras producciones.

“El autor debe causar temor, ser parte del mito, según decía Sergio Magaña. Él me dio clases de cómo ser un buen autor. Por ejemplo, el buen autor tiene que llegar con cara de enojado y durante el ensayo estar lanzando bufidos de enojo. Si no te gusta el montaje debes sentarte en la segunda fila, y diez minutos antes que acabe la función te levantas y haces que se mueva el público que está sentado para que se dé cuenta y los actores tambiénque se está yendo el autor. Éste debe saber gritar durante el cóctel: “¡qué han hecho con mi obra!”. Esas son parte de las reglas.

“Días antes de un estreno me ha tocado ver cosas terribles (luchas de egos, problemas personales, muchas cosas). Ver que todo eso desaparece de repente el día del estreno es algo formidable. El que un grupo de personas, todas creativas y por lo tanto histéricas e insoportables, se pongan de acuerdo para llevar a cabo una misión y llevarla a cabo bien, pese a los problemas, eso me da mucha esperanza en la humanidad. Esa es la gran enseñanza que me ha dejado el teatro”.

Amigos lectores, el próximo lunes 14 de enero, a las 17:30 horas, en la biblioteca Jesús Quintana (primer piso de Presidencia Municipal, entrada por calle Emilio Carranza) en Tampico, vamos a leer textos de este genial autor. Participan: Mariana Delgado, Javier González, Francisco Hernández y quien esto escribe. Los esperamos. La entrada es gratuita.

ALEJANDRO LICONA

Carballido me dijo que siguiera por el camino de la ingeniería. Que me lo dijera mi gurú fue terrible, pero me aferré y fue así como comencé a escribir teatro"