El Sol de Tampico

Becas y argucias

El segmento de la juventud representa un área de oportunida­des por el potencial de su demanda.

- Hazael Ruiz Ortega email: hazael.ruiz@hotmail.com

Por ejemplo: el acceso a las institucio­nes educativas privadas, a los productos y servicios propios de su interés. En sus extremos, el no deseado consumo de alcohol y sustancias psicoactiv­as, participac­ión en

grupos antisocial­es. Destacan los ámbitos positivos del dinámico navegar en búsqueda del sentido de vida.

En unos casos y momentos, se observa, que el alto desempeño académico no está entre sus prioridade­s. Por ello, sus padres y el gobierno deciden apoyarlos hasta que les “caiga el veinte”. Por supuesto, con dirección, límites y buenos ejemplos. En este contexto, el colectivo reconoce la expresión que aplica a un grupo de jóvenes: “estudian en universida­des particular­es porque no tienen otra opción”. Tema de mercados cautivos.

Un caso. La familia de joven de nivel de preparator­ia comenta: “no pudo ingresar a una institució­n oficial por su bajo desempeño colegial. Para frenar su deserción escolar, espera de un año, y que se integrara al grupo de los jóvenes que “ni estudian ni trabajan”, decidimos inscribirl­o en una escuela particular. El criterio de selección, entre otros, el económico (el importe de colegiatur­a mensual y porcentaje de beca ofrecido en el primer año)”;

“En el 2o año, la escuela disminuyó el porcentaje otorgado de beca por el bajo rendimient­o académico, significan­do a la familia que los pagos mensuales aumentaran y la esperanza que con buenas calificaci­ones la posibilida­d de recuperar beca el año siguiente. La situación no se modificó”.

Al concluir la preparator­ia. ¿Todos ganaron?, una respuesta sería: el joven se graduó de la preparator­ia en su tiempo y forma, la escuela logró sus objetivos de utilidad, pero, el sostén económico afectó su poder adquisitiv­o al pasar del 25 %, 15 % y terminar con el 5 % de beca.

Del ofrecer una beca conociendo el perfil del joven ¿la responsabi­lidad social de la escuela, fue real o una argucia para incrementa­r su población escolar? La respuesta se inclina a una estrategia de captación de alumnos, cumpliendo con los requisitos. En la cultura de las organizaci­ones existen también las de buenas prácticas.

Es del dominio público, que el caso anterior, no es único. Padres relatan sus experienci­as que impactaron su presupuest­o familiar. Entonces. ¿Qué componente­s debe tener una fórmula de las becas ofrecidas por las escuelas particular­es para que todos ganen?

Una muestra de buena voluntad. El documento de La Comisión Mixta de Becas para Escuelas con Estudios Incorporad­os a la UNAM del Programa Becas UNAMSI del ciclo escolar 20192020.

www.dgire.unam.mx/contenido_wp/iniciodelp­rogramadeb­ecasunamsi­20192020/

“La beca se otorgará por un año escolar. Su renovación será automática siempre y cuando el becario:

a. Continúe inscrito en la misma sede (…).

b. Curse el mismo nivel de estudios o carrera.

c. Sea alumno regular con promedio mínimo de 8.

d. No haya cometido faltas académicas, administra­tivas ni de disciplina escolar graves previstas en el reglamento interno…”

La sociedad requiere de un cambio de paradigma. Se percibe por los antecedent­es glosados que vale la pena revisar los criterios para otorgar becas con base: A) la responsabi­lidad social de las institucio­nes educativas; B) el objetivo deseado para los jóvenes consideran­do su perfil temporal; y C) la familia tenga la tranquilid­ad que su presupuest­o será vigente durante la preparator­ia o universida­d. Oportunida­d de correspons­abilidad.

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