Aquí están los que estaban enfrente
Cada día que pasa, en lugar de surgir buenas noticias en torno a la pandemia que azota a todo el mundo, aquí en México se tornan cada vez más lúgubres, tétricas, deprimentes y nos tienen con el alma en un hilo, pensando que en cualquier momento podemos caer en las garras de la muerte, por culpa del malvado Covid19.
Yes que vemos cómo con mucha celeridad el círculo de la muerte se está cerrando; cuando esto comenzaba, llegaban noticias de que en otras ciudades lejanas estaba muriendo gente a causa del contagio viral, pero ahora resulta que a la vuelta de la esquina falleció algún vecino atacado por el corona virus.
Es decir, la huesuda ronda muy cerca del vecindario y hasta de la familia, ante la rápida expansión del bicho, precisamente por culpa de nosotros mismos.
La gente hasta fabrica chistes en torno a la pandemia, pero la verdad no es cosa de risa, es asunto de vida o muerte; sin embargo, tal parece que no hemos entendido bien lo que tenemos que hacer para evitar un fatal desenlace.
Se nos ha dicho hasta el cansancio a través de la radio, la televisión, medios escritos y redes sociales, que no debemos salir a la calle, que debemos guardar cuarentena para evitar el contagio y que la diferencia entre vivir o morir, se puede encontrar en un estornudo, en un saludo o simple acercamiento con alguien enfermo.
El virus se puede encontrar en cualquier lugar y con solo tocarlo podemos llevarlo a nuestro hogar y contraminar a toda la familia, padres, hijos, abuelos, cónyuges, etc.
Claro que hay maneras de evitarlo si tenemos necesidad absoluta de salir a la calle, siempre y cuando tomemos las precauciones debidas recomendadas por las autoridades sanitarias: Cubre bocas, guantes, máscaras o lentes especiales.
La gente hasta fabrica chistes en torno a la pandemia, pero la verdad no es cosa de risa
Porque resulta que somos muy dados a culpar a las autoridades de todos los males que nos aquejan, sin llegar a aceptar que en muchas ocasiones, como las que describo líneas arriba, somos nosotros mismos quienes labramos nuestra propia desgracia.
Y luego, cuando la guadaña de la muerte cae sobre algún familiar querido, queremos desquitar nuestra impotencia y nuestro coraje en contra de médicos y enfermeras, quienes son los que están dando hasta su vida por salvar la nuestra.
Por favor, si algún respeto tiene usted por los demás o si en verdad siente un gran cariño por su familia, no salga a la calle sin la debida protección, de esta manera estaremos, usted y yo, contribuyendo a aplanar la famosa curva de la pandemia y a aminorar el tiempo que dure la misma.
Porque la verdad ya estamos hasta el gorro de este confinamiento a que nos ha obligado el Covid19, ya deseamos volver a la vieja o a la nueva normalidad sin nada que nos cubra el rostro y sin miedo de ir a dar a “Aquí están los que estaban enfrente”.
P.D. En asuntos de política, apunte usted los siguientes nombres: Alfredo Polanco Aguilar, en Altamira para alcalde; Carlos Fernández Altamirano, en Ciudad Madero para Presidente Municipal y René Sentíes Barrios, en Tampico para Diputado Federal.