Camaroneros vuelven con buena pesca
El Café Selecto, considerado uno de los primeros de Tampico, conjunta el sabor de casa de los huastecos
Antes de lo esperado los barcos camaroneros volvieron a tierra, esta ocasión no fue por una descompostura en la máquina ni por una tormenta, sino que entraron a puerto con la bodega repleta; el regreso comenzó la madrugada de ayer, generando gran expectación en la colonia Morelos, ya que como no ocurría hace muchos años se ha logrado en la primera salida una captura récord.
SIDRONIO AZUARA CRUZ EMPLEADO “El Café Selecto es una tradición de generaciones de clientes, el abuelo traía al papá, el papá traía a los hijos y ahora el hijo trae a los nietos”.
Ya hemos hablado de las delicias que este puerto nos ofrece, desde su botanita para el calor hasta ese antojo que llega por la tarde exigiendo un trole, en esta ocasión el hambre fue por la nostalgia, nostalgia en forma de bisquets del primer café de Tampico, El Selecto.
Y es que no se puede llamar a uno mismo cafetero si no ha visitado este icónico establecimiento ubicado a un costado de los nuevos mercados y la plaza “Hijas de Tampico”, con su estilo austero y cálido en el servicio ha regalado mañanas esplendorosas a los tampiqueños y visitantes desde hace ya casi 100 años.
Para llevar a Tampico en el corazón debes cuando menos haber degustado de un deliciso bisquet, pero no solo tú, sino tus ancestros probablemente te cuenten entre sus historias las memorias que evoca en ellos visitar este café.
De la mano de sus delicias el buen servicio caracteriza a este lugar, quien nos acompañó a conocerlo lleva más de 30 años sirviendo a los tampiqueños y narró en experiencia propia lo que simboliza para él trabajar en este rinconcito del puerto.
“El Café Selecto es una tradición de generaciones de clientes, el abuelo traía al papá, el papá traía a los hijos y ahora el hijo trae a los nietos”, explicó Sidronio Azuara Cruz, quien ha trabajado desde 1985 en la cafetería.
Como mencionamos, para ser tampiqueño hay que venir a El
Selecto, donde desde su fundación en 1925 miles de familias han ocupado sus sillas y creado recuerdos invaluables acompañados de un rico café.
“La mayoría de la gente que viene es a recordar su infancia y su adolescencia, también se quedan ahora a ver las fotos que adornan las paredes para recordar el viejo Tampico”, detalló el entrevistado.
Luego de unos instantes sentados dejando que el vapor del café invada nuestos sentidos, es fácil perderse entre las tantas situaciones que ha vivido este lugar, como catástrofes en huracanes como el Hilda y ahora una pandemia, la más agresiva de la que se tenga registro, el Café Selecto es un lugar que se mantiene firme y así mismo sus clientes.
En nuestra visita pareciera que el mismo Café Selecto nos invitara a conocer un poco más de su historia, ahora a través de sus comensales y en particular un caballero, quien ha visitado diariamente este lugar desde 1959.
“Mi padre era tranviario, a las 4 de la mañana pasaditas nos traía a probar un café con sus bisquets aquí al Selecto y ya nos íbamos a trabajar, y desde los 4 años me traía”, nos compartió de manera nostálgica.
El ingeniero Rocha es un entusiasta del café y sus bisquets los describe como una verdadera delicia que forma parte de su rutina diaria.
“Los bisquets son un sabor tradicional, calientito, saladito, como debe de ser y con las fotos noooombre ni te digo, es una maravilla; ya he invitado a gente a probarlos y me hablan para decirme que reserve el domingo para venir a tomarnos un café, una cosa hermosa de verdad”, dijo el hombre que ha encontrado en este sitio un refugio y bálsamo a sus memorias.
Si te encuentras perdido entre las calles de este puerto, sin duda el olor de los bisquets del Café Selecto te traerán de vuelta y con su distinguido sabor recordarás que estás en casa.