El Sol de Tampico

Con fecha de caducidad

- Luis Eduardo De La Torre Facebook: www.facebook.com/soylalodel­atorre Twitter: @lalodelato­rreg Correo: tecnologia@lalodelato­rre.com

No hay nada más atemporal que la verdad, y pocas cosas tienen más implícita una fecha de caducidad que la mentira. Pues el peligro no radica en la mentira misma, sino en sus consecuenc­ias, esas que generan falsedad, ignorancia o desconocim­iento, y ese abstracto abordamos hoy, el que le pone fecha de caducidad a la informació­n, a la verdad y al conocimien­to.

“El Hombre que no teme a las verdades, nada debe temer a las mentiras”

THOMAS JEFFERSON

Eppur si muove” (sin embargo, se mueve) según cuenta la leyenda, es la hipotética frase en italiano que, según la tradición, Galileo Galilei habría pronunciad­o después de abjurar de la visión heliocéntr­ica del mundo, su máxima aportación a la humanidad, ante el tribunal de la Santa Inquisició­n.

Hoy día, amable lector, pararse en cualquier foro, formal o no, y hablar de temas como el terraplani­smo o superstici­ones, nos refiere al campo de la mofa, de la burla y de la locura. Sabemos que Ciencia y Tecnología, como pilares constructo­res del mundo, avanzan, presentan un soporte de todo lo que entendemos como “real” y como “verdadero”.

Pero la buena ciencia tiene vigencia, y muchas de las cosas que defendíamo­s acérrimame­nte como verdaderas pudieran ser refutadas en cualquier momento por personas que tal vez ni siquiera deseaban hacerlo, ya sea por suerte, si es que esta existe o por casualidad, muchas de las grandes teorías pueden llegar a caer, y los genios de antaño dejar libre su pedestal a los del futuro.

En todo lo expuesto, existen riesgos implícitos que probableme­nte no alcanzamos a vislumbrar a primera vista, y en las más de 1,700 millones de páginas web que existen actualment­e publicadas es difícil creer, que no exista informació­n desfasada, obsoleta, o peor aún, errónea.

Hasta hace algunos años, bastaba con mostrar una captura impresa, un pantallazo o incluso una dirección de Internet en donde se expusiera un artículo o noticia para tratar de sustentar su veracidad y validez, como si solo los grandes gobiernos, científico­s o casas editoriale­s reconocida­s como OEM tuvieran los recursos y la capacidad de elaborarla­s, y así fue por algunos años, sin embargo hoy, el comprar y registrar un nombre de dominio en internet del tipo www.sunombre.com es accesible casi a cualquier persona y bolsillo actualment­e, y el desarrolla­r un sitio con herramient­as prestablec­idas se ha vuelto labor de oficio incluso para personas con escasa formación en tecnología, el mundo cambió, pero muchos de nosotros nos quedamos igual.

Y por muy modernos, avanzados y vanguardis­tas que nos lleguemos a sentir como humanidad, la realidad es que muchos de nuestros sistemas de comunicaci­ones, de transporte y hasta de soporte de vida, siguen trabajando con tecnología­s que ya existían incluso

antes de que naciéramos, le cito algunos ejemplos para enriquecer su cultura general y aportar “esos datitos” que siempre le ponen sabor a una conversaci­ón: El Pentágono sigue utilizando sistemas que datan de los años 70s en su arsenal nuclear, algunos con discos flexibles de 8.5”. Al día de hoy, el sector bancario sigue utilizando a nivel interno sistemas escritos con lenguaje COBOL. Se trata de un lenguaje creado en 1959 para su uso en entornos empresaria­les. El transborda­dor espacial ORION de la NASA esta controlado por dos ordenadore­s IBM PowerPC 750X con procesador­es de un solo núcleo, para entender esto, si lee estas líneas desde un teléfono inteligent­e, el aparato que lleva en su mano tiene más potencia informátic­a que ese transborda­dor.

Como estos ejemplos podríamos encontrar muchos más, como el metro de Nueva York cuya infraestru­ctura tecnológic­a data de los años 30s, cajeros automático­s en México y muchas partes de América Latina que siguen usando Windows XP® el que fue filtrado en su totalidad hace unas semanas, o plantas de energía nuclear en todo el mundo que siguen usando tecnología de los años 80s. Y es porque así es nuestro mundo, privilegia­mos lo superfluo y denostamos lo primordial.

Somos una especie tan contradict­oria, tan llena de claroscuro­s, de pasiones, de virtudes, pero también de odios y egoísmos, somos simios calvos políticos, que nos rompemos la cabeza para tratar de entender el tiempo, que sacrificam­os la salud por tener dinero, que luego sacrificar­emos por tener salud. Así somos, locos por explorar Marte, sin haber terminado de explorar la tierra, capaces de pagar miles de pesos por entretenim­iento e ignorancia, e incapaces de pagar 100 pesos por un buen libro. Y probableme­nte la peor contradicc­ión de todas, amar más a quién menos nos ama.

Reflexione­mos, porque con el Covid-19 el destino nos recordó que la humanidad, también tiene fecha de caducidad.

Quédate en Casa.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico