El cáncer no es sinónimo de muerte: Verónica Álvarez Cano
Hace seis años Verónica Álvarez Cano recibió una noticia que la dejó impactada, fue diagnosticada con cáncer de seno y ella es una de esas mujeres que afrontan con valentía y coraje esta enfermedad, y que sin duda es un ejemplo de resiliencia.
En su testimonio para EL SOL DE TAMPICO ella nos comenta, "Tengo 59 años de edad y en el 2014, haciéndome unos estudios de rutina, me sorprendió el cáncer de mama, me dijeron que tenía un tumor milimétrico que apenas empezaba a crecer, que no causaría problemas, fácil de erradicar, al seguir con estudios más a fondo el tumorcito estaba muy agresivo, infectando unos ganglios".
"Hace años yo tenía la impresión de que el cáncer era símbolo de muerte y qué equivocada estaba, porque cuando me lo detectaron, ahí empezó mi lucha y me decía: El cáncer no me vencerá, empecé con quimioterapias, me hicieron la mastectomía del seno derecho, me quitaron 12 ganglios y seguí con radiaciones", relata.
La fe y la buena actitud
Ella comenzó a vivir su enfermedad y tratamiento siempre con mucha fe y buena actitud, recuerda "Seguí con un tratamiento por 5 años, todo iba bien, cuando faltaban 6 meses para darme de alta me regresó el cáncer, con metástasis en varias partes de los huesos, el hígado y pulmón".
Fue un momento muy doloroso para ella, pero que lejos de
Verónica exhorta a las mujeres a que se autoexploren, se quieran y que no se abandonen, y si son diagnosticadas con cáncer, luchen, no te se por vencidas, que sean optimistas y valientes.
amedrentarla la hizo ser más fuerte, y es así comenzó otro tratamiento de quimioterapias que actualmente continúa.
Su actitud siempre fue positiva dice nuestra entrevistada "Pensaba, no me dejaré vencer, porque deseo seguir disfrutando de las cosas maravillosas de este mundo que Dios me ha regalado".
Siempre ha contado con el apoyo de su esposo Román, quien ha estado tomándola de la mano, conjuntamente con sus hijos, sus padres, sus hermanos y quienes en un acto de amor y solidaridad se raparon todos para estar como ella, sin cabello, "Fue algo hermoso que me motivó aún más a querer vivir por mi familia", expone.
En esta enfermedad sus amistades son: "Esos angeles que me rodean a diario, quienes me han demostrado su cariño y amor de una manera grandiosa, con quienes me siento muy bendecida por tenerlos y contar con ellos".
"Vivo cada día al máximo y nunca me daré por vencida, aceptando con alegría lo que Dios tenga para mí y tomada de su mano y de la Virgen María, aceptaré su voluntad divina", finaliza nuestra entrevistada.