Doña Cecilia
"¿Y tú nada más Tampico Hermoso, y Ciudad Madero qué?", "¿La urbe petrolera qué?", me espetó un fanático maderense amigo de café; "¡Está bien, está bien!" le dije, a ver qué se me ocurre de tu Doña Cecilia.
CTAMPICO HERMOSO iudad Madero cuenta con una antigüedad mayor a la nuestra, cuando los altamirenses vinieron a repoblar lo que ahora es Tampico, la fundadora de Ciudad Madero ya hacía más de 20 años establecida en la zona que llevó su nombre "Paso de Doña Cecilia", cerca de Árbol Grande; nombre tomado por el frondoso y viejo higuerón que se encontraba en la parada del ferrocarril; este lugar era conocido como "el paso de Doña Cecilia", por los que se veían obligados a atravesar el río Pánuco.
No fue sino hasta el 10 de mayo de 1924, cuando el gobernador interino profesor Candelario Garza Cantú, decretó lo que era un poblado de Tampico como el municipio libre de Ciudad Madero.
Bajo la presidencia de Emilio Portes Gil, el día 8 de junio de 1925, se expide un decreto por el cual se ratifica la municipalidad de Cecilia con la denominación de Madero, en honor al conocido prócer.
El auge petrolero tuvo como consecuencia la construcción de nuevas refinerías de petróleo, una de ellas se dice la más completa de América Latina, la "Pierce Oil Company", "El Águila", la "Standard Oil Co.", "La Corona", "La Huasteca", y otras más que hicieron despertar la región toda al progreso y al mal uso del oro negro consignado en forma literaria por Bruno Traven en su libro "La Rosa Blanca".
Unidos en un fin común, maderenses de diversas razas, credos e ideologías, conscientes del progreso, lograron lo que hoy conocemos como Ciudad Madero.