"AÚN CREO EN LOS DISCOS"
La creación artística es un proceso solitario. Quizás por ello no le ha resultado tan complicado sobrellevar la pandemia a Aleks Syntek, quien ha aprovechado estos tiempos convulsos para componer Anatomía del
amor, el primer álbum de su carrera que graba de manera independiente.
“Los artistas estamos acostumbrados a hacer confinamientos creativos. En ese sentido, no me fue tan difícil adaptarme y me encerré a componer las canciones de mi nuevo disco. Casi la mitad fueron compuestas durante la cuarentena. Por eso el álbum trae muchas reflexiones en torno a lo que nos ha sucedido como humanidad y como personas durante los últimos meses”, dice en entrevista este músico que, desde la versatilidad del pop, ha explorado un gran abanico de ritmos, desde el danzón hasta la música electrónica.
Para Syntek, la pandemia es un parteaguas colectivo e individual. Ahora no sólo la humanidad se pregunta hacia dónde va, sino las personas, quienes quizás antes de la emergencia sanitaria vivían sumergidas en rutinas estériles. “Creo que los artistas estamos en una disyuntiva entre seguir haciendo canciones de pasito pa’ la derecha y pasito pa’ la izquierda o pugnar por hacer reflexiones que le lleguen al público y ser valientes”, dice el ganador de dos Premios Billboard Latino. El primer sencillo de su disco es La extinción de las especies, una canción rock-pop que critica la velocidad de un sistema capitalista cuyo único fin es la acumulación de bienes y el hedonismo consumista. “El amor por el dinero nos está trayendo muchas dificultades. Las industrias dejan de ser responsables y por eso ponen el dinero por encima del bien común”, apunta.
A lo largo del tema, Aleks Syntek suelta algunos juicios contra el mundo contemporáneo como “Este planeta está sufriendo locura digital”. Justamente sobre esta última reflexión, el intérprete de 51 años fue vilipendiado luego de que hace unos días asegurara que TikTok es “una plataforma efímera”, cuando él también es usuario de redes sociales. “Pero yo no las uso para que la gente se entere que fui al gimnasio, sino para promover mi trabajo. No tengo nada en contra de ninguna plataforma. Yo pienso que, usadas de la manera correcta, funcionan. El problema es que ya existe una obsesión en torno a las redes y eso sí genera un daño. En malas manos, pueden ser muy peligrosas y hacer mucho daño”.
Todo ese trabajo lo ha llevado a ser nominado siete veces a los Grammy Latino y a incluso ganarse un Ariel por la banda sonora de la película Sexo, pudor y lágrimas (1999). Durante su carrera como solista ha grabado siete discos y él lo dice con orgullo: “yo soy de esos músicos que todavía creen en los álbumes”. Por eso le preocupa tanto que los éxitos de ahora ya no dependan tanto de los gustos genuinos de la gente, sino de un algoritmo o de una promoción fugaz en TikTok, donde con sólo 15 segundos un tema puede convertirse en hit de manera casi instantánea.
“Yo creo que un álbum es como un libro: si lo fragmentamos en capítulos, ya no funciona de la misma manera. Ahora imaginemos que lo fragmentamos en frases: peor aún, es una obra inconclusa”, asegura.