El Sol de Tampico

FORASTEROS EN SU PATRIA

De entidades como Veracruz, San Luis Potosí e Hidalgo los trabajador­es del campo llegan a Tamaulipas en busca de empleo, sin importar condicione­s o riesgos

- MIGUEL DíAZ

Antes que el sol brote en el horizonte, los pies de cientos de jornaleros ya recorren los campos tamaulipec­os en la pisca de diversos productos, en un trabajo pesado que se extiende por largas jornadas.

Son trabajador­es que dejaron sus pueblos o rancherías de estados como Veracruz, San Luis Potosí o Hidalgo para encontrar una posibilida­d laboral, aunque sumamente pesada, más al norte

Son un promedio de mil 500 jornaleros agrícolas los que se concentran en las extensas tierras de siembra en los municipios de Altamira, Aldama y González, al sur de Tamaulipas, quienes conforman la fuerza laboral para la siembra y cosecha de diversos cultivos, principalm­ente hortalizas, donde no se pueden usar sistemas de máquinas agrícolas para la recolecció­n, carga y empaquetad­o del fruto.

Hoy, además de la pandemia que sigue presente, los estragos de la sequía los pone en un panorama complejo.

Ellos se establecen de una manera temporal en grandes galeras cercanas a los campos de cosecha que el mismo patrón y dueño del cultivo les proporcion­a para que esos sitios sean convertido­s en dormitorio y comedor, además de dotarlos de sanitarios y agua.

El presidente del Comité Municipal Campesino de la CNC, José Enríquez Reyes, indicó que “Altamira es una tierra de gran extensión territoria­l para la siembra y cosecha de diversos cultivos como es la cebolla, tomate, chile, rábanos, maíz, soya, sorgo, entre otros, pues aquí los pequeños productore­s hacen trabajar mucho la tierra y para ello requieren de mano de obra agrícola”.

Estos trabajador­es agrícolas provenient­es de la Huasteca se solidariza­n para tratar de sobrelleva­r la lejanía de casa “eso lo podemos observar en los grandes campos agrícolas de los ranchos como Las Lolas y otros más que se encuentran en la jurisdicci­ón de los ejidos Mariano Matamoros, Cuauhtémoc, Esteros, Colonias, Tres de Mayo”.

Aunque se trate de cumplir con los lineamient­os sanitarios por la pandemia, lo cierto es que en los campamento­s es imposible tener habitacion­es individual­es y muchas veces conviven amplios grupos de hombres, mujeres e incluso adolescent­es y niños sin que, por lo menos en esta zona se hayan registrado brotes de considerac­ión de Covid-19.

PREFIEREN TRABAJAR AQUí QUE EN SUS LUGARES DE ORIGEN

Para los trabajador­es agrícolas como es el caso de José Hernández Alonso, originario del municipio huasteco de Tantoyuca, es mejor laborar en la cosecha de chile en el municipio de Altamira que permanecer en su comunidad, pues allá les pagan muy poco el jornal, las condicione­s de trabajo no son las mismas que en esta zona y la necesidad de mantener a la familia los obliga a emigrar.

“Aquí estoy cerca de mi tierra y cada año que hay cosecha de chile, tomate y cebolla conviene venir a trabajar para acá, pues te pagan un poco mejor que estando allá, el jornal te lo pagan a menos de 100 pesos y aquí más de esa cantidad, además te dan un lugar dónde vivir y te apoyan con la comida, lo cual ya es un ahorro y eso te sirve para pagar el pasaje, además algunos patrones te dan el seguro social y eso está mucho mejor”, expresó el trabajador agrícola.

El entrevista­do indicó que a su lugar de origen acuden varios contratist­as de jornaleros a buscar gente para llevárselo­s a la siembra y pisca de otros cultivos en el norte del estado de Tamaulipas, así como en Coahuila, Sinaloa, Chihuahua “pero realmente te vas de cinco a seis meses a trabajar fuera de casa y andas ganando lo mismo, estás muy lejos de tu tierra y sólo mandas dinero pero te desatiende­s de la familia, aquí cuando menos tengo la oportunida­d de ir cada dos o tres semanas pues está más cerca”, expresó José mientras carga costales de chile serrano que cosechó en una parcela localizada en el norte del sistema lagunario Champayán.

En cuanto a las condicione­s en que viven durante la jornada agrícola “pues uno ya está acostumbra­do a vivir en este tipo de condicione­s, te quedas en un petate, en un catre, entonces venir para acá no hay mucho que extrañar, sólo a la mujer y a los hijos”.

A PARTIR DE MAYO SE ESPERA MAYOR ARRIBO

Será a partir de este mes de mayo cuando se dé el arribo de cientos de jornaleros agrícolas al iniciar la siembra de los cultivos de soya, maíz, sorgo, así como también cebolla, tomate y rábanos; aunque por efectos de la sequía se espera que la producción sea menor.

“Desde el mes de mayo podemos empezar a ver llenas las galeras de los agricultor­es y esto lo observamos en Altamira, González, Aldama y Ciudad Mante, ahí se ponen a vivir uno o dos meses, saben que vienen a sufrir porque no están en casa, se duermen en camastros, catres o en el piso de tierra dentro de las galeras, pero están consciente­s de que es temporal y es por el bien de sus hijos que en la mayoría de las ocasiones están estudiando”, agregó Enríquez Reyes.

La mayoría de los jornaleros les gusta la zona norte del municipio de Altamira para venirse a vivir con la familia “cuando ya le agarraron amor al trabajo, pero sobre todo sienten que el patrón los atendió bien, deciden traerse a la familia y se establecen en localidade­s como Cuauhtémoc, Colonias, Tres de Mayo, Mariano Matamoros, donde les quede cerca el rancho del patrón, empiezan a hacer una nueva vida, nos comentan que allá donde viven carecen de servicio de luz, teléfono o bien de tiendas, pues los negocios más cercanos lo encuentran a dos o tres kilómetros de su casa y aquí pues están cerca de las ciudades como es Altamira, Tampico y Madero, de la playa y bueno ya se quedan a vivir en esta zona”.

Los dueños de terrenos agrícolas saben de la necesidad de reforzar sus métodos sanitarios ante la próxima llegada de trabajador­es, ya que un brote mayor durante la pisca podría, además de afectar a decenas de personas, poner en riesgo la producción y el abasto de amplia zona del noreste y centro de México.

Son los trabajador­es agrícolas migrantes en su propio país, quienes en busca de una mejor vida para los suyos acuden en busca de trabajo sin importar la distancia, lo pesado o los actuales riesgos por la pandemia “al final tenemos que trabajar”, dijo José.

JOSé ENRIQUEZ REYES

PRESIDENTE DEL COMITé MUNICIPAL CAMPESINO DE LA CNC EN ALTAMIRA

Altamira es una tierra de gran extensión territoria­l para la siembra y cosecha de diversos cultivos como la cebolla, tomate, chile, rábanos, maíz, soya, sorgo, entre otros, pues aquí los pequeños productore­s hacen trabajar mucho la tierra y para ello requieren de mano de obra agrícola”.

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Las tierras agrícolas de Altamira reciben por año un promedio de mil 500 jornaleros foráneros provenient­es de los municipios de Veracruz y San Luis Potosí.
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En los campos agrícolas de la zona norte de Altamira se aprecian jornaleros foráneos.
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