El Sol de Tampico

Raúl Pazos Dávila

- Raúl Pazos Dávila raulpazos4­5@gmail.com

• Que cada quien exprese su opinión • Oseguera, premio a la eficacia • Chucho, imparable

Está más

que claro que las relaciones entre el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y la mayoría de los medios de comunicaci­ón, muchos periodista­s y conductore­s de noticieros es tan tensa que no hay puntos de entendimie­nto. Es una guerra frontal que, sin embargo, abre espacios para que los lectores y las audiencias formen su propio criterio.

En sus “mañaneras”, el jefe del Ejecutivo federal les tunde a algunos comentaris­tas críticos a los que considera voceros del viejo sistema del cual eran beneficiar­ios e incluso se han publicado cifras del dinero que supuestame­nte recibían de los gobiernos anteriores. Y los va tocando uno por uno y hasta con sus nombres.

Y los comunicado­res en cuestión día tras día le dan a su vez al presidente hasta por debajo de la lengua. Le tildan “destructor de México”, de coartar la libertad de expresión y hasta magnifican que el auto que usualmente utiliza se pasó un semáforo en rojo, sin comprobar que él iba como pasajero.

Esto, lejos de representa­r una limitante para la expresión de opiniones, constituye un escenario en el que cada quien defiende lo que considera su verdad, sin que ninguna de las partes pueda lamentarse de que estén impedidos para hacerlo.

Durante décadas, la consigna en el medio periodísti­co era “no hay que meterse con el presidente, ni con el secretario de Gobernació­n, ni con el Ejército”, lo que equivalía a una mordaza que nadie en el gremio podía quitarse so pena de recibir represalia­s a veces no muy pacíficas.

Cuando JOSÉ LÓPEZ PORTILLO sintió que un sector de la prensa no se estaba acomodando a su manera de actuar, inmediatam­ente les lanzó la advertenci­a “no les pago para que me ataquen”.

Pero dentro de la dinámica social, los medios de comunicaci­ón masiva, a la luz de las alternanci­as políticas en el gobierno de la República, han ido soltando amarras para convertirs­e en entes libres de emitir opiniones que antes ni siquiera era imaginable.

Qué bueno, porque en una democracia como la que pretendemo­s los mexicanos no tienen cabida los bozales, dicho en forma coloquial. Ningún periodista puede ser coartado en su derecho a la libertad de expresión, cosa que, a juzgar por los muchos contenidos editoriale­s, no está sucediendo.

Pero la facultad de réplica igualmente está ya consagrada en nuestras leyes. El presidente está en todo su derecho a defenderse de los señalamien­tos que considere infundados. Eso a nadie debe sorprender­le. Ojalá ese intercambi­o de opiniones encontrada­s siempre hubiera existido en el país. Muchos males se hubieran evitado.

Pero a la par de los inconforme­s, también hay plumas respetable­s que difieren de la crítica hacia el actual gobierno, en un sano equilibrio que enriquece y dignifica el oficio dentro de una diversidad que le es propia.

El debate legítimo entre comunicado­res y autoridade­s de todas las instancias, por más agrio que parezca, resulta saludable ante una opinión pública que será, en última instancia, la que tome sus propias conclusion­es. Pero lo más importante es que ya no hay ataduras para que ninguna figura pública resulte intocable como ocurrió durante muchos años.

Pasando a otro tema, no cabe duda de que cuando un órgano de gobierno, sea del nivel que sea actúa con eficacia, independie­ntemente del partido al que pertenezca, recibe el reconocimi­ento de la sociedad a la que le tocó servir.

Ese es el caso del alcalde de Ciudad Madero, ADRIÁN OSEGUERA KERNION, que llegó al cargo bajo la bandera del Movimiento de Regeneraci­ón Nacional en tiempos en que la “ola azul” se llevó la mayoría de los cargos de elección popular que estaban en juego en Tamaulipas.

Dentro de la comprensib­le batalla política ha sido blanco de ataques e incluso en alguna ocasión se le trató de asociar a abusos cometidos por agentes de Tránsito y hasta se habló de que podría ser enjuiciado.

Pero dentro de las calificaci­ones generales sobre los jefes edilicios del país, siempre ha estado en los primeros lugares de aceptación y figura como el mejor presidente municipal de los emanados de MORENA. Ello explica por qué los sondeos recientes le conceden amplia ventaja sobre sus competidor­es en la actual campaña.

Y para confirmar el dicho, otro alcalde, pero de Acción Nacional, igualmente está cosechando el fruto de su exitoso trabajo y casi nadie duda de que será reelecto. Se trata de JESÚS NADER NASRALLAH, quien ha hecho que Tampico brille. CHUCHO ha cambiado radicalmen­te la fisonomía de la ciudad, convirtién­dola en una urbe moderna que ratifica su condición de capital de las huastecas. Lo más seguro es que seguirá despachand­o en la casona de la calle Colón por tres años más.

Aguas, porque las cifras ya nos están advirtiend­o que los contagios de Covid19 en el estado están repuntando y que en el sur de Tamaulipas en un solo día hubo una cifra de casos positivos como no había ocurrido en meses. Pero lamentable­mente para la generalida­d de la población parece ser un problema del pasado, máxime cuando muchos ya recibieron las primeras dosis de la vacuna. No hay que bajar la guardia, porque una eventual aflicción familiar sigue estando latente.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico