Gustavo Madero
La elección del 2018 cambió radicalmente el mapa político de nuestro país al desbancar a los partidos tradicionales (PAN, PRI y PRD) un nuevo partido que obtuvo el mayor número de votos de la historia para la presidencia de la república con López Obrador
El mensaje fue rotundo y contundente. La población quería un cambio y AMLO identificó los anhelos ciudadanos para dejar atrás el México de la corrupción, de la violencia, de la impunidad y de los privilegios.
Han pasado tres años y las expectativas de ese cambio no se han cristalizado. El Covid y el estilo de tomar decisiones de esta administración han generado incertidumbre y preocupación por el futuro de nuestro país y de nuestras familias, pero los partidos de oposición no han logrado construir una alternativa que capture el desencanto con una propuesta distinta y siguen atrapados en intereses de grupo sin lograr representar los intereses de la mayoría de la población.
Aun con el estrepitoso déficit de resultados de esta administración, y por los programas clientelares que maneja, las preferencias electorales para la elección de diputados se mantienen muy similares a las de la pasada elección federal. En su reciente entrega de @oraculus_mx, #PollOfPolls estima un 44% para Morena, 9% para el PT y 9% para el PVEM lo que acumularía 307 curules por el lado oficialista vs un 17% del PAN, 14% PRI, 6% PRD y 2% MC acumulando 193 curules para el bloque opositor; 30 curules más respecto al 2018.
Por el lado de las 15 gubernaturas en disputa que actualmente gobierna 8 el PRI (Camp, Col, Gro, SLP, Son, Sin, Tlxc y Zac), 4 el PAN (BCS, Chih, Nay y Qro), 1 Morena (BC), 1 PRD (Mich) y 1 independiente (NL); el mayor descalabro puede ser para el PRI y el mayor crecimiento para Morena. Varios estados han cerrado mucho las preferencias entre los que destacan Camp, Chih, Mich, Sin, Son, Tlxc y Zac. Aún faltan las últimas tres semanas y todo puede pasar. Arreciará la guerra y los golpes entre los candidatos y la intromisión del presidente y del aparato estatal se dejarán sentir con mayor fuerza, polarizando aun más el ambiente político nacional. Las encuestas suelen fallar, pero el escenario base nos obliga a redoblar los esfuerzos para lograr una mayoría opositora en el congreso, que México requiere para recuperar los pesos y contrapesos necesarios para superar el presidencialismo.