Myriam Bravo, premiada como Mejor Actriz
Gracias a su participación en "La tierra y la carne", de Dante Silva, fue galardonada en Buenos Aires
En días pasados se dieron a conocer los resultados del Buenos Aires International Film Festival en su edición 2020, en donde el trabajo del tamaulipeco Dante Silva, “La tierra y la carne”, brilló gracias al premio como Mejor Actriz otorgado a quien diera vida a Eloísa, Myriam Bravo.
Por tal motivo EL SOL DE TAMPICO tuvo la oportunidad de platicar con la actriz, quien compartió sentirse muy honrada de haber sido parte del proyecto y ver ahora los resultados en un evento internacional tan importante.
“Me siento muy honrada de haber sido elegida para dar vida a mi personaje Eloísa, el poder compartir con joven talento local de Ciudad Victoria y poder unirme a esta dolorosa denuncia que día a día se vive en nuestro país”, detalló.
Al preguntarle cómo se sintió al trabajar bajo la dirección del victorense, señaló que es un director muy sensible que provee de mucha confianza a su equipo ya que tiene claro lo que quiere decir en su trabajo.
“Me gustó mucho que tuviéramos trabajo de mesa previo, yo estaba en Ciudad de México y aun con la distancia me dio el tiempo necesario para crear juntos a mi personaje, y pudimos ensayar con mis increíbles compañeros Martín Salceda y Marco Tulio, todo eso suma para tener muy claro lo que íbamos a hacer en el set. Además de generar un espacio lleno de respeto al momento de filmar. Ya había visto los trabajos previos de Dante, así que cuando me invitó a ser parte de “La tierra y la carne” no dudé en decirle que sí.
Myriam, asegura que "La tierra y la carne" es una historia entrañable, que resulta doloroso ver que este evento que sucede en una zona particular de nuestro país se puede reproducir en cualquier zona.
“Lo más significativo de “La tierra y la carne” es que es visto desde los ojos de un niño. Las conversaciones con Dante y con el resto del crew me ayudaron mucho para respirar ese dolor, ese miedo que ellas y ellos viven, y en momentos clave de la historia había una carga muy especial en el set, mis compañeras y compañeros fueron muy respetuosos con mi trabajo y yo me sentía muy comprometida con darles voz”.
Aseguró que para ella recibir este reconocimiento es un gran compromiso ante el dolor que se vive, “si con esta historia pudiéramos calmar la zozobra con la que las madres ven crecer a sus hijas e hijos, la incertidumbre de no saber si su esposo, hermano o padre volverá. Si este premio sirve para sensibilizarnos ante este horror, lo recibo, deseando que un día estas historias solo sean ficción”, comentó.
Por último, envió un mensaje a la comunidad cineasta del estado en donde invitó a seguir contando historias.
“Sigamos contando nuestras historias, sé que hay varias realizadoras y realizadores que están abriendo camino y otras tantas que tienen la inquietud, así que ¡adelante! Agradezco al crew de La tierra y la carne, esta historia tiene nuestro corazón”, recalcó.
La actriz actualmente se encuentra presentando en diversos festivales “Nudo mixteco”, ópera prima de Ángeles Cruz, en donde comparte créditos con Sonia Couoh y Noé Hernández, también se encuentra en la espera del estreno de “Mujeres del Alba” de Jimena Montemayor, así como la culminación de “Vergüenza", ópera prima de Miguel Salgado y “Éclat D' Amour”, cortometraje de Dante Silva, filmado en TampicoMadero. de cámaras de la grabación del proyecto
Silva, director de "La tierra y la carne" actualmente trabaja en diversos proyectos y la carne" obtiene premio internacional
Bravo durante su participación
SAN ISIDRO LABRADOR
(10701130)
Español, nació en una población cerca de Madrid. Campesino de oficio, devoto que asistía diariamente a misa. Su amo era don Juan de Vargas, por el que trabajaba con el empeño como si las tierras fueran de él. Cada noche antes de dormir hacía oración: ¿Cuál será mi trabajo mañana? Isidro sabía que el cumplimiento fiel a las obligaciones era parte de su servicio a Dios.
El sueldo es sólo una compensación pequeña, lo valioso es ante Dios, cuando lo que realizamos lo hacemos dando gloria a Dios. El contacto directo con Dios le dio a Isidro lo que no pudo aprender por estudio de los libros, lo aprendió gracias a su vida de oración.
Toda su vida fue una unión con el amor de Dios. Labraba la tierra y vivía en suma pobreza como todo siervo, pero no se quejaba. Poseedor del amor de Dios, se creía hasta rico hasta el despilfarro.
Por eso cualquier pobre o vagabundo encontraba un lugar en su humilde casa de piedra, bajo las moras, y en la que también los pájaros y los animales del bosque recibían una parte.
Una vida así no puede terminar desperdiciada. Murió a los 60 años, el 15 de mayo de 1130. Beatificado por Pablo V en 1619 y canonizado por Gregorio XV en 1622. Su mujer también fue canonizada. Se llama comúnmente Santa María de la Cabeza.