COLONIA LAURO AGUIRRE UN HOMENAJE URBANO
A QUIENES CON SU VOCACIÓN INSPIRARON A OTROS
BERNARDO GUILLERMO BRAVO RODRÍGUEZ DOCTOR EN CIENCIAS POLÍTICAS Y PEDAGOGO Así como existen nombres de maestros, también es ya oportunidad de que calles de esta colonia tengan nomenclatura de las profesoras ilustres de Tampico, además de que la plaza que se ubica al centro de la colonia sea nombrada Hilario Castillo Martínez al ser también este profesor un precursor y gran aportador a la enseñanza en la zona”
Primeramente este sector fue conocido con el nombre de El Recreo
Mientras en el lado izquierdo de la avenida Hidalgo se asentaron los hombres de los grandes capitales del petróleo de Tampico, en el lado derecho, tomando como referencia la zona centro, fueron creando sus barrios los trabajadores. Es así que durante la expansión que tuvo la ciudad, con la llegada de decenas de miles de obreros, nuevos asentamientos nacieron en lo que fueron los límites del puerto.
La antigua área rural El Recreo, conocida así por ser, a principios del siglo pasado, una zona de esparcimiento para las familias, fue poblándose hasta convertirse en un barrio más de la ciudad y donde una pequeña comunidad china se empezó a establecer a la par de trabajadores de los distintos comercios de Tampico.
En diciembre de 1918, el periódico El Popular anunciaba la venta de solares y fincas construidos por la empresa Compañía de Préstamos y Construcciones de Tampico, para la zona donde se ubicó la Escuela del Monte; ya para diciembre de 1921, la incipiente colonia tenía 120 casas, de las cuales 95 eran de madera y 25 de material.
Para mediados de los años 30 El Recreo fue nombrada colonia Lauro Aguirre, como un homenaje al gran docente tamaulipeco, que cambió la metodología de la educación en el país y que este 23 de mayo se conmemoran 139 años de su natalicio, entonces esta colonia empezó a ser un barrio para rendir un reconocimiento a varios profesores de Tampico, cambiando algunos nombres originales de sus calles por la de maestros.
“Después de esta colonia, en las inmediaciones de Ejército
Mexicano, seguía la ciudad solo unas cuantas cuadras más, hasta donde ahora se encuentra la Beneficencia Española, después continuaba la carretera TampicoAviación para llegar al aeropuerto, y para la zona de Madero no existían nada más que potreros y algunos predios que más adelante serían campos de futbol”.
Recuerda el doctor en ciencias políticas y pedagogo Bernardo Guillermo Bravo Rodríguez, quien nació precisamente en la colonia Lauro Aguirre y menciona que, como en todas las colonias, la primera escuela que tuvo la colonia fue en una casa particular y después se construyó, por el año de 1954, la primaria Nicolás Bravo en el turno de la mañana para las niñas y Miguel Hidalgo en la tarde para varones.
En el barrio de El Recreo se instalaron grandes tiendas de chinos como La Mascota, La Nueva China, La Balanza de Oro, que ofrecían todo tipo de mercancías, desde carne, pasando por abarrotes, artículos de papelería, mercería, tortillería e incluso cervezas, “y si ahí no encontrabas algo tenías que tomar un carro de la ruta Águila que cobraba 60 centavos o un autobús Circunvalación, cuya tarifa era de 40 centavos, para ir hasta el centro de Tampico”, señala el profesor Guillermo Bravo.
Fue a partir de los años 60 cuando la colonia empezó a tener nombres de ilustres profesores, como Antonio Requena Tovar, Juan Camacho, Luciano Guerrero, Eliseo Zamudio, por solicitud de algunos vecinos, es así como el barrio empieza a conformarse como un espacio para homenajear a quienes entregaron su vida a la educación de generaciones de tampiqueños.
“Así como existen nombres de maestros, también es ya oportunidad de que calles de esta colonia tengan nomenclatura de las profesoras ilustres de Tampico, además de que la plaza que se ubica al centro de la colonia sea nombrada Hilario Castillo Martínez al ser también este profesor un precursor y gran aportador a la enseñanza en la zona”, propone el distinguido maestro Guillermo Bravo.
“La propuesta es que las dos avenidas y las dos calles, que conservan su nombre original, lleven el nombre de maestras distinguidas de la zona y podrían ser las distinguidas maestras de primaria: Laura Mélida Fernández Cárdenas y María Guadalupe Partida Hernández”, añade el profesor Bravo Rodríguez.
Todavía puede verse entre las calles de esta antigua colonia el nombre de “El Recreo” en una panadería y de una tienda de abarrotes, como una voz del pasado que junto a la nomenclatura de profesores nos recuerdan que la ciudad es un esfuerzo de todos y que es justo reconocer, como la hace la Lauro Aguirre a quienes lograron inspirar a muchos tampiqueños a mejorar este bello puerto.