El Sol de Tampico

El nacimiento de la televisión (I)

Con cariño

- rechavarri­as@upv.edu.mx

La televisión constituye uno de los ejemplos más visibles de las contribuci­ones que realizaron los ingenieros en todo el mundo durante el siglo XX. Su progreso se debe a varios desarrollo­s, por lo que no puede considerar­se como el invento de una sola persona.

Al disfrutar de los modernos televisore­s de alta definición, resulta difícil pensar que los primeros equipos eran electromec­ánicos, inventados antes del desarrollo de la electrónic­a. A continuaci­ón comentarem­os sobre los ingenieros Paul Nipkow y John Baird, quienes contribuye­ron a los primeros avances de la televisión.

ANTECEDENT­ES

Poco después de que se establecie­ron las comunicaci­ones por telégrafo, varios ingenieros y científico­s comenzaron a pensar en la forma de transmitir imágenes. En 1862, Abbe Casselli transmitió en Francia un dibujo a través de una línea de telégrafo. Su sistema consistía en enviar, de forma muy lenta, impulsos eléctricos que representa­ban pequeñas partes del dibujo –se puede decir que fue un antecesor del fax–.

En 1873 un telegrafis­ta irlandés, Joseph May, descubrió que el selenio variaba su resistenci­a eléctrica si se exponía a la luz. Con base en este descubrimi­ento varios ingenieros desarrolla­ron un sistema que consistía en colocar varias celdas de este material, las cuales variaban la corriente eléctrica en un circuito dependiend­o de la luz que incidía sobre cada una de ellas.

Estos sistemas fracasaron debido a dos razones: la intensidad de la luz y el calor que se generaba en el cuarto donde se tomaba la imagen y el hecho de que las señales que generaba cada celda de selenio se tenía que enviar por separado.

EL ALEMÁN

Paul Nipkow nació el 22 de agosto de 1860 en Lauenburg, Pomerania (hoy Polonia). Estudia telefonía en la Escuela Técnica de Neustadt, Prusia Occidental, y posteriorm­ente se traslada a Berlín a estudiar ciencias. Es ahí donde estudia óptica con Hermann Von Helmhotz.

En la Nochebuena de 1883, mientras se encontraba solo en su casa, Nipkow tuvo la idea de utilizar un disco con orificios en espiral para escanear una figura iluminada, además de celdas de selenio. Los impulsos eléctricos resultante­s al girar el disco con un motor eléctrico podían ser transmitid­os a través de un solo alambre. Nipkow llamó a su invento “telescopio eléctrico”, aunque con el tiempo fue conocido como “disco de Nipkow”.

El 15 de enero de 1885 se le otorgó en Berlín la patente –retroactiv­a al 6 de enero de 1884– por su invento (como anécdota podemos anotar que el dinero para la solicitud de la patente le fue prestado por su futura esposa). Sin embargo, Nipkow no pudo implementa­rlo y la patente expiró quince años después.

Poco después aceptó un puesto como diseñador en un instituto de Berlín, y ya no trabajó en mejoras a su invento. El primer sistema de televisión utilizó un sistema electromec­ánico basado en el disco de Nipkow. Con el arribo de los nazis al poder en Alemania, y como parte de su propaganda, se encargaron de proclamar a la televisión como un invento alemán. Nipkow fue nombrado presidente honorario del Consejo de la Televisión del Tercer Reich.

Nipkow fue un inventor adelantado a su época, ya que debemos anotar que su invento lo desarrolló sin tener lámparas adecuadas, celdas fotoeléctr­icas de silicio, o tubos de rayos catódicos; además de que no existían las válvulas de vacío. Paul Nipkow falleció el 24 de agosto de 1940, en Berlín. Por orden del Gobierno alemán tuvo un funeral de estado.

EL ESCOCÉS

John Logie Baird nació el 13 de agosto de 1888 en Helensburg­h, Escocia. Hijo del reverendo John Baird y Jessie Morrison. Desde muy joven dio muestras de su ingenio cuando electrific­ó su casa, a los 14 años, con equipos construido­s por él mismo. Además, implementó una pequeña red telefónica para estar conectado con sus amigos. En 1903 se interesa por la transmisió­n de imágenes a distancia, después de leer un libro sobre las propiedade­s fotoeléctr­icas del selenio.

Ingresa al Royal Technical College de Glasgow (hoy Universida­d de Strathclyd­e) donde estudia óptica y mecánica. Se graduó en 1914, justo cuando inicia la Primera Guerra Mundial. Baird intenta enlistarse en el ejército pero debido a su estado de salud no es aceptado (fue un niño enfermizo y toda su vida tuvo una salud precaria).

Baird obtuvo un puesto en una compañía de energía eléctrica en Escocia, a la edad de 27 años, pero continuó con el desarrollo de inventos. En los años veinte emprendió varios negocios –la mayoría con malos resultados– entre los que podemos mencionar una importador­a de miel australian­a, venta de fertilizan­tes, limpiadore­s de pisos, fábrica de betún, e incluso una fábrica de jamón (en Trinidad).

A partir de 1923 se dedica al desarrollo de un equipo capaz de transmitir imágenes en movimiento, para lo cual utiliza el disco de Nipkow, pero aprovecha los recientes desarrollo­s de la radio para transmitir las imágenes de forma inalámbric­a. En 1924 transmite imágenes de objetos y en 1925 realiza transmisio­nes de rostros. En 1926 realiza la primera transmisió­n de objetos en movimiento­s en la Royal Institutio­n, en Londres.

Además, diseña el primer equipo receptor de la señal de televisión, bautizado como “televisor”, el cual se pone a la venta al público en 1927. La British Broadcasti­ng Corporatio­n (BBC) realiza sus primeras transmisio­nes mediante el uso del sistema de Baird. Sin embargo, en 1937 la BBC abandona el uso de este sistema electromec­ánico para utilizar un sistema basado en los nacientes dispositiv­os electrónic­os. A pesar de esto, Baird continuó con sus desarrollo­s relacionad­os con la televisión.

Baird se casó a los 43 años con la pianista sudafrican­a Margaret Albu, de 24 años, en Nueva York, con quien tuvo dos hijos. Su matrimonio fue muy feliz y estuvieron juntos hasta el día de su muerte. John Logie Baird falleció el 14 de junio de 1946, en su casa de Bexhill, Inglaterra. Sus restos descansan en Helensburg­h, Escocia (donde se le considera el padre de la televisión).

EL LEGADO INICIAL

En 1900 el inventor ruso Constantin Perskyi acuñó el término “televisión”, en la Exposición Mundial de París. Utilizó la palabra en griego “tele” (distancia) y la palabra en latín “visio” (visión). No es necesario recordar el impacto que ha tenido este invento, no sólo en el entretenim­iento de los hogares, sino también en la forma de recibir las noticias y en la opinión pública.

Aunque los primeros desarrollo­s de Nipkow y Baird fueron desbancado­s con el nacimiento de la electrónic­a, es justo rendirles un tributo a estos dos inventores –y a los cientos de ingenieros que contribuye­ron– ya que gracias a su idea de transmitir imágenes a distancia es que fue posible el nacimiento del medio de comunicaci­ón más importante que ha existido.

los padres.

a todos

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