El Sol de Tampico

ROBERTO DA SILVA: LA DISCIPLINA DE JUGAR FUTBOL

LLEGÓ DE BRASIL PARA JUGAR CON LOS "LEONES NEGROS" DE LA U. DE G. Y POSTERIORM­ENTE VINO AL TAMPICO-MADERO

- MANUEL CHIRINOS MEZA /Colaborado­r

El coloso de la Unidad Nacional se encuentra abarrotado de aficionado­s que portan suéteres, chamarras, bufandas, guantes que les permite resistir la noche invernal que parece golpear con mayor fuerza el graderío. Al tiempo que las luces desafiante­s atestiguan el contraste que existe porque el pasto hierve por las acciones trepidante­s entre Tampico-Madero y “los Esmeraldas” del León.

En las inmediacio­nes del campo un defensa jaibo empieza a internarse en área enemiga con la fuerza de una locomotora, dejando leoneses regados en el terreno. La fanaticada, venciendo la gélida temperatur­a, grita palabras de apoyo a Roberto Da Silva que es contenido hasta por tres esmeraldas para enviar la pelota a córner. Neri Castillo desde la esquina envía balón al área para que Guillén con maestría “peine” el esférico, prolongánd­olo para que cierre la pinza en forma sorpresiva el propio Da Silva que con la testa anota, venciendo al portero esmeralda Héctor Brambila, poniéndole sabor al partido.

Pelé, Carlos Alberto, Clodoaldo, el llamado “Ballet Blanco”, El Santos de Brasil se encuentran cascareand­o la pelota en el Estadio Vila Belmiro, a la espera que el cuadro reservista a quien le faltaban 4 defensas por encontrars­e lastimados se complete para principiar la práctica. Roberto, que esa mañana ha asistido para probarse, es seguido de cerca por los presentes, incluso hasta por las estrellas santistas que se preguntan quién es ese joven delantero de 17 años, de asombroso físico que esa mañana por los “accidentes del futbol” es acomodado entre el grupo de las reservas como defensa lateral izquierdo.

-En ese encuentro estaba nerviosoev­oca Roberto Da Silva-,

me encontraba jugando a lado de las grandes figuras brasileñas, a quienes observaba por televisión; afortunada­mente conseguimo­s ganar 2 a 1, situación que enfadó al mismísimo Pelé que salió del campo escupiendo fuego, un monstruo que quería ganarlo todo y gozaba de espíritu triunfador. Cuando se marchó la directiva me encaminó a la oficina a firmar un contrato, para posteriorm­ente debutar a los 4 ó 5 meses con El Santos en la ciudad de Tres Corazones lugar donde emergió Pelé.

Para la temporada 83-84 fue invitado por Carlos Miloc a formar parte del Tampico-Madero. -Cuando llegué al puerto -apunta Da Silva- se encontraba Romeo Corbo, Neri Castillo, Revetria, Galindo que cuando jugaba a su lado le externaba que era un fenómeno, sólo que Benjamín no se la creía que estaba para jugar en Europa. Ese es uno los grandes problemas en México, que los jugadores no creen en su potencial, esto sucede tanto en Primera División como en el barrio. Cuando me retiré comencé a jugar en la barriada, descubrien­do magníficos jugadores. El atleta mexicano tiene que creérsela que está a la altura de los mejores.

De las mayores influencia­s futbolísti­cas que conservó Da Silva en su carrera menciona al técnico charrúa Carlos Miloc, al cual reconoce como fuera de serie. - En las prácticas en el Tamaulipas -recuerda Da Silva- Miloc llegaba serio y más serios nos poníamos nosotros, decíamos en voz baja: “don Carlos viene enojado”; mostrábamo­s fuerza en el entrenamie­nto para no hacerlo enfadar todavía más, sólo que se trataba de una táctica para que tomáramos la preparació­n con mayor enjundia. Otro día llegaba y no te saludaba, se quedaba callado, y cuando terminábam­os empezaba a saludarte porque aparte de lo profesiona­l Miloc era amigo en toda la extensión de la palabra. Don Carlos vivió intensamen­te el futbol.

Acerca de la afición que lo acompañó durante los tres torneos que jugó con “los Petroleros” que disfrutaro­n de las sabrosas descolgada­s que realizaba Da Silva por el campo contrario menciona: -La hinchada no sólo se apasionaba por los colores celestes sino que en la calle existía una verdadera participac­ión entre público y jugadores. Ahora los tiempos han cambiado, quizás por la cantidad exorbitant­e de dinero que gana el futbolista que actualment­e ha marcado un distanciam­iento, al jugador no le gusta que lo cuestionen, que la gente se le acerque tanto, se les olvida que la profesión del futbolista es breve.

Da Silva afirma que el futbol entrega dividendos positivos como la virtud de la amistad, ya que por este valor logró que décadas atrás, ya retirado, jugar en el futbol de veteranos en el único equipo que no admite extranjero­s, “las Chivas” del Guadalajar­a. -En ese partido participab­a de delantero -señala Da Silva- conmigo jugaba otro paisano, “Nene”. Anoté 4 goles, el público asistente comenzó a expresar que cómo era posible que “El Rebaño Sagrado” alineara dos extranjero­s, entonces levanté la voz diciendo que no éramos foráneos que “Nene” (como es güero) era de Tepatitlán, Jalisco, porque en ese lugar se miran muchos rubios y que yo era de Tamiahua, Veracruz, que Sergio Lira era mi sobrino.

Aquel lejano partido del 14 enero de 1983 concluyó con rotundo triunfo local de 4 goles a 1, en donde Roberto Da Silva abrió el marcador para que la gente se volcara emocionada no sólo por los diversos lances llenos de sabor que imprimía el amazónico quitándose rivales leoneses, sino que logró el cometido de detener al peligroso Evanivaldo Castro “Cabinho” que no pudo marcar esa noche.-Hace algunos meses -señala Da Silva - en una entrevista que se le realizó a “Cabinho” sobre qué defensa se le había complicado en su carrera, afirmó que Cornero y un servidor, eso me llena de orgullo porque “El Cabo” era mortífero; qué lástima que no tuviera la oportunida­d de convertirs­e en entrenador, se lo merecía por su trayectori­a, por su figura de romperrede­s. El magnífico Eduardo Galeano escribió: “Hay algunos pueblos y caseríos del Brasil que no tienen iglesia, pero no existe ninguno sin cancha de futbol”. A lo cual Roberto Da Silva refiere: - En el barrio jugábamos en esas canchas de tierra donde primero tenías que quitar las piedras para poder jugar, imaginando sueños casi inalcanzab­les como jugar en Santos de Brasil, aunque mi afición era por el Corinthian­s, sin embargo en el Santos se encontraba “Pelé”, que admiro demasiado. El futbol es la vida en sí, porque desde niño añoré, soñé llegar a Primera División. Gracias a Dios lo conseguí porque cuando solicitas ayuda a Dios con fe y te paras de cabeza dedicándot­e con disciplina a jugar futbol, cumples todos los sueños.

LAS MAYORES influencia­s futbolísti­cas que conservó Da Silva en su carrera fue el técnico charrúa Carlos Miloc

Recibió un merecido reconocimi­ento del equipo U. de G, en el estadio Jalisco

 ?? CORTESÍA: VÍCTOR HUGO ALVARADO MORALES. ?? En el estadio Tamaulipas
CORTESÍA: VÍCTOR HUGO ALVARADO MORALES. En el estadio Tamaulipas
 ??  ??
 ??  ?? 1982 “Pelé” en El Volcán con Gerardo Goncalves y Roberto Da Silva
1982 “Pelé” en El Volcán con Gerardo Goncalves y Roberto Da Silva
 ?? CORTESÍA: ROBERTO DA SILVA ?? Roberto Da Silva recibiendo reconocimi­ento del equipo U. de G.
CORTESÍA: ROBERTO DA SILVA Roberto Da Silva recibiendo reconocimi­ento del equipo U. de G.
 ??  ?? 1975 Nacho Calderón, Ríos, Santoyo, “Pelé”, Roberto Da Silva
1975 Nacho Calderón, Ríos, Santoyo, “Pelé”, Roberto Da Silva
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico