La macroeconomía de arranque de año
A pesar de que aún
con los efectos nocivos en la economía producto de la pandemia que sigue azotando a nivel internacional, hay algunos países que anuncian que gradualmente regresarán a sus actividades económicas con toda normalidad.
Existen muchos retos que son muy preocupantes para la estabilidad económica y social que se tenía previamente, entre ellos los de carácter monetario derivado de las fuertes presiones especulativas en ciertos sectores de la economía que afectan de manera agregada, en algunos casos las fuertes presiones inflacionarias se deben a los cuellos de botella en la producción, como resultado de la ruptura en muchos casos de la cadena de suministro de materias primas a los procesos productivos, por otra parte, existe a su vez un cambio en la dirección del gasto de los hogares, quienes han tendido a gastar en algunos bienes más indispensables que otros, entre los que destacan, el evitar el consumo suntuario o que no son necesarios para satisfacer las necesidades básicas y han direccionado su gasto en alimentos así como en algunos de los servicios, lo anterior, como evidente respuesta a las fuertes presiones inflacionarias de inicio de año y que aún se sigue padeciendo.
En otro orden de ideas, el incremento a la tasa de interés que recientemente anunció el Banco de México ha sido como una respuesta a las fuertes presiones inflacionarias y por tanto habría que ajustar el precio del factor capital (tasa de interés) a las nuevas condiciones imperantes en el mercado, desde luego que dicha medida traerá consecuencias entre las que destacan que a mayor tasa de interés, se desalienta la inversión, lo cual a su vez generará una mayor contracción económica afectando de manera directa la generación de empleo, por otra parte, se reduce el uso del dinero por lo que el mercado interno se debilita, entrando a un círculo vicioso, ya que a menor consumo en el mercado interno, las empresas tenderán a producir menos y por tanto a contratar menos factores de la producción, entre ellos el trabajo.
Algo a favor de la medida del incremento en la tasa de interés, es que ésta puede producir un mayor incremento en los niveles del ahorro y por tanto en el futuro inmediato sí tal situación se llegará a presentar, generaría mayores recursos en los sistemas de captación financiera que a su vez sería de suma importancia para aquellos proyectos de inversión con mayor seguridad y menores riesgos. Otro de los resultados que se estiman derivados del incremento en las tasas de referencia se asocian a las fuertes presiones en el tipo de cambio, sin embargo ahí existen al menos en el caso de la economía mexicana elementos favorables provenientes de la entrada de remesas, las cuales han estado muy por arriba de lo esperado, lo anterior juega un papel importante en el sentido de detener la tendencia a una depreciación del peso frente al dólar. Por lo anterior, se puede decir que los incrementos en la paridad del tipo de cambio son estacionales, habrá que estar al pendiente respecto a las exportaciones de productos mexicanos a mercados internacionales, en los que si las condiciones del mercado cambian y muchos de éstos caen, algunos sectores principalmente los agrícolas pueden salir perjudicados.
Por lo anterior, el incremento en la tasa de interés como una medida de política monetaria implementada hace unos días, solo ha sido el resultado de ajuste del precio del factor capital a las condiciones que prevalecen en el mercado, con serios problemas derivados de la contracción económica producto de la pandemia que aún padecemos a nivel internacional, esperemos que dichas medidas sean temporales para contrarrestar las fuertes presiones inflacionarias que se han registrado en este arranque de año.
Regeneración 19