SANTORAL DEL DÍA
Ballet Yali
Julián Muñoz Heredia
Tlacuatzin
SAN LUIS GONZAGA
En alemán, Luis significa “batallador glorioso”, este santo que recordamos hoy es un modelo ejemplar para la juventud de nuestro tiempo, tan desorientada.
Fue hijo del marqués de Gonzaga, aprendió desde pequeño las artes militares y la fina atención del trato social. La primera comunión se la dio nada menos que San Carlos Borromeo, arzobispo de Milán.
Luis fue edecán en palacio de altos gobernantes. Su director espiritual fue el gran sabio jesuita San Roberto Belarmino, el cual le aconsejó tres medios para llegar a ser santo: primero, Frecuente confesión; segundo, Mucha devoción a la Santísima Virgen y, tercero, Leer la vida de santos, lo cual realizó con perseverancia.
Ante una imagen de la Virgen hizo juramento de permanecer siempre puro. Eso se llama “Voto de castidad”. A los 23 años después de sufrir mucho del mal de los riñones, que lo obligaba a permanecer en la cama, en su última enfermedad, presintiendo que iba a morir, mirando su crucifijo exclamó: “Qué alegría cuando me dijeron “Vamos a la Casa del Señor”, letra del canto eucarístico que frecuentemente hasta la fecha cantamos al iniciarse la Santa Misa.
Una oración que la Iglesia dirige en esta fiesta de San Luis Gonzaga reza: “Señor; ya que no pudimos imitar a San Luis en la inocencia, que al menos lo logremos en la penitencia” (y corrección de nuestros pecados). Amén.