Santoral del día
SAN BUENAVENTURA
Es común que los seres humanos tiendan buscar la amistad con las personas que más admiran y más notables; lo mismo sucede con los santos, aunque dediquen su vida a ejemplo de Jesús a los más necesitados y pecadores, vemos que son influidos buscar imitar a los más grandes santos. San Buenaventura a quien recordamos hoy, conoció a dos de los más grandes santos de su época, San Francisco de Asís y Santo Tomás de Aquino.
San Buenaventura, que llegó a Cardenal, Obispo de Albano, nació en Bagnorea, cerca de Viterbo (Italia) en 1221, y es considerado como ilustre hijo de San Francisco de Asís. Después de tomar el hábito de la orden seráfica, estudió en París, donde después fue maestro de la Universidad donde enseñó teología y Sagrada Escritura de 1248 a 1257.
Compuso la obra más conocida entre lo que escribió: “Comentario sobre las sentencias de Pedro Lombardo” que constituye una verdadera suma teológica. Su tratado “Sobre la vida de perfección” destinado a la beata Isabel, hermana de San Luis de Francia y a las Clarisas Pobres del convento de Longehamps y otras obras místicas, son el “Soliloquio” y el “Tratado sobre el triple camino” es conmovedor el amor que en ellas se respira.
A instancias de los miembros de la orden empezó a escribir la vida de San Francisco de Asís, está empapada de las virtudes del santo. Santo Tomás de Aquino que fue a visitar un día a san Buenaventura, lo encontró en su celda sumido en la contemplación y se retiró sin interrumpirlo diciendo: “Dejemos a un santo trabajar por otro santo”, porque estaba escribiendo sobre San Francisco.
El 15 de julio de 1274 la iglesia despedía a uno de los más grandes espíritus de la época, que sigue iluminando con la herencia de su vida y sus escritos.