Acelerando poco a poco
Uno de los sectores más importantes para el país, es el automotriz, cuya ramificación va desde las ensambladoras hasta las ventas retail.
Alo largo de los años, la producción de equipo de transporte —ya sea la fabricación de vehículos o autopartes— ha sido una parte fundamental del sector manufacturero en las actividades secundarias. Por ejemplo, las actividades secundarias han significado en promedio un tercio (33.29 por ciento) del Producto Interno Bruto (PIB) durante los últimos treinta años. Asimismo, las manufacturas han simbolizado en promedio la mitad (50.09 por ciento) de lo producido en las actividades secundarias, mientras que la producción de vehículos y autopartes han significado un 6.37 y 12.53 por ciento para las actividades secundarias y la manufactura respectivamente.
Esto lo ha convertido en un sector sumamente importante para nuestro país, significando la atracción de inversión extranjera, la creación de empleos y crecimiento económico principalmente en los estados que colindan con la frontera para obtener una mayor ventaja a la hora de exportar hacia diferentes mercados, entre ellos, el más importante, Estados Unidos.
De las exportaciones, durante ese mismo periodo (últimos treinta años), las exportaciones de vehículos terrestres y sus partes han representado en promedio casi una quinta parte (18.85 por ciento) mientras que solamente la exportación de vehículos representa el 8.51 por ciento del total de lo que el país exporta.
Por otra parte, en la economía formal, es decir, todos aquellos asegurados asociados a un salario registrados ante el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) que laboran en el sector automotriz ya sea fabricando o ensamblando vehículos, accesorios y/o partes representaron aproximadamente el 5.14 por ciento del total de asegurados durante marzo de 2023.
Durante la pandemia, el sector automotriz registró una mayor disrupción por la ruptura de la cadena de suministros que afectó fuertemente su dinámica al mermar la producción y, por ende, la venta y exportación de vehículos en nuestro país, no obstante, estos indicadores han estado acelerando poco a poco para volver a las cifras que se mantenían antes de la pandemia, lo cual, ha sido sumamente difícil de alcanzar.
Las cifras de ventas, producción y exportación de vehículos ligeros los publica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) los primeros días de cada mes, con esto, se puede vislumbrar el comportamiento inmediato del sector automotriz mes a mes en los diferentes rubros, ya sea en el ámbito laboral de los trabajadores a través de la producción, el consumo en el mercado interno mediante las ventas minoristas y la balanza comercial con la exportación de vehículos.
Desde que existen registros —año 2005—, las ventas de vehículos han mantenido en promedio un crecimiento mensual del 1.26 por ciento, sin embargo, las variaciones anuales por mes han prevalecido negativas durante ciertos periodos, como la crisis financiera de 2008 que, durante 19 meses seguidos —de agosto 2008 a febrero 2010— y un periodo comprendido por 43 meses con variaciones negativas de junio 2017 a febrero 2021. Cabe resaltar que el mercado se estaba recuperando en febrero 2020 cuando comenzó la pandemia y se extendió la racha de variaciones anuales negativas.
En tanto, durante finales de 2021 e inicios de 2022, se mantenían los problemas con las cadenas de suministro que, a la par de la producción y exportación como muestran las cifras, mantuvieron en crisis al sector automotriz en nuestro país.
A partir de mediados de 2022, el promedio de ventas mensuales se ha posicionado en un 3.54 por ciento, mientras que las variaciones anuales han alcanzado un promedio de 17.28 por ciento; para la producción, desde junio 2022 ha reflejado una variación anual promedio de 12.5 por ciento, así como la exportación de vehículos ligeros en un 10.58 por ciento anual en promedio.
Esto refleja un tanto la vuelta a la normalidad del sector automotriz que, desde hace décadas, forma parte de la dinámica económica en nuestro país y que genera empleos directos e indirectos de distintas formas, ya sea desde las ensambladoras de marcas reconocidas, fabricación de autopartes, carrocerías o accesorios, así como la venta retail en las distintas concesionarias a lo largo y ancho del país.
En tanto, habrá qué seguir observando los efectos de dos principales situaciones que acontecen y sucederán en este sector; la primera, la regularización de autos ‘chocolate’ que supondría el sacrificio de la venta de vehículos nuevos por mayores ingresos en las arcas públicas y, la segunda, el arribo de la marca Tesla al norte del país que supondría un mayor efecto en la producción y exportación de vehículos más no en la venta debido a su costo —presuntamente—, sin embargo, existe la posibilidad de que en la próxima planta, se reconfigure el proceso de producción que permita abaratar los costos, además de la producción de un modelo más asequible al mercado mexicano. Cuídese mucho.
Regeneración 19