Justicia cotidiana
Hace apenas unos días fue publicado el Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares que unificará procedimientos y reglas de todos los estados que por ahora resuelven cada uno a su manera, la justicia cotidiana.
¿Y qué es esto?... Todos los días tenemos o sabemos de problemas de nuestros amigos, vecinos, conocidos, familiares que se refieren a demandas por alimentos, a divorcios, que se murió alguien y dejó o no testamento, de límites de propiedades, de adopciones, de contratos de arrendamiento, de demandas por pagarés, o por préstamos que no se pagan... en fin, de un sinfín de problemas que no tienen nada que ver con lo penal.
La Justicia cotidiana reconoce que el ciudadano se enfrenta a trámites largos, no sabe a quién acudir, los abogados hablamos un idioma inentendible, el procedimiento es largo, complicado y caro, cuando nosotros sabemos que, si pudiéramos hablar con alguien que lo entendiera, la solución sería más fácil, más corta, menos engorrosa y por supuesto, más barata.
Decía mi abuelita que más vale un mal arreglo que un buen pleito y aunque no es la forma totalmente adecuada para definir el tema, es parecido. Preferimos arreglarnos que pelear de forma indefinida y costosa para todos.
Según datos oficiales, sólo en el año 2021 ingresaron a los tribunales de todo el país, 2 millones de asuntos. De estos el 70% no se referían a temas penales, si no a los asuntos comunes, diarios, cotidianos. Con los que la gente lidia todos los días y que por supuesto muchos de ellos siguen sin solución alguna.
Esta nueva ley, obligatoria para todos los estados, permitirá que se utilicen medios que privilegian los acuerdos entre las partes involucradas y otorgan un amplio espacio de negociación a los involucrados, contarán con equipo especializado que le darán a los jueces amplitud de criterio para terminar el problema. Abren la posibilidad de juicios orales y dentro de más soluciones, permitirán la participación de los notarios como alternativas.
Hablar de más de mil artículos es prácticamente imposible, al menos para su servidora, pero sí puedo asegurarles que abre una nueva opción para los ciudadanos que nos permitirá arreglarnos mejor, más rápido y más barato.
Han pasado años de que este esfuerzo se inició a partir de las inquietudes de un grupo de personas preocupadas por este tema, pero por fin ha sido aprobada en el Congreso de la Unión y publicada por el Presidente de la República.
Será un cambio que llevará cuatro años en implementarlo y la voluntad y recursos de los estados pero no tengo duda que será un avance de los más importantes para los ciudadanos, que insisto, lo que queremos es vivir en paz y armonía, solucionando con rapidez nuestros conflictos.