Miscelánea sabatina
“Correos se retrasa, pero está claro que no pierde las cartas”. Pero a veces, por motivos extraordinarios, verdaderamente excepcionales, el escrito que se envió no llega al destino señalado en el momento que se cree debía hacerlo, y después de un tiempo pasa a la condición de Cartas Muertas para luego ser destruido .
Ser empleado del Servicio Postal también consiste en arrojar a la incineradora las misivas que no llegan a su destino porque carecen de remitente. El descubrimiento de los secretos guardados en esa correspondencia que por ley debe ser abierta antes de ser destruida es propio de espíritus templados.
No es fácil el trato diario con las cartas que van en tránsito hacia ninguna parte, y que por largo tiempo quedaron varadas en algún rincón, oscuro y añoso.
Es un trabajo duro, penoso, el rescate de entre los dobleces de un sobre que el paso del tiempo no deterioró, de un documento de banco remitido en urgente caridad a quien ahora ya no come, ni ríe, ni sufre, la lectura de un pliego que contiene un décimo de lotería que para “mala fortuna” de alguien resultó premiado, o abrir una misiva que contiene un anillo de compromiso que en su matasellos lleva inscrito “correo express, entrega inmediata”.
En otro tema, lector, la providencia nos libre de los meses por venir. Esta podría ser la frase de moda. Y es que al parecer hay gente interesada en que el proceso electoral en marcha, se enturbie, esté lleno de situaciones caóticas y escenarios difíciles y nebulosos. Lo indispensable como para vislumbrar nuevas oportunidades para quienes sienten que su tiempo ya pasó, que están con un pie afuera, y que el futuro es lo único que cuenta. Este jueguito que deja de lado al país y la responsabilidad política, tiene su importancia sociopolítica. Mas que nada porque en cierta medida los políticos y no solo estos, son proclives a vivir del futurismo, principio que choca con la realidad. Esto, en parte, gracias al quehacer del gobierno, con una política fiscal responsable, austeridad en el manejo y disposición de los fondos públicos y una política capaz de inspirar confianza para atraer inversiones de adentro y de fuera.
Se ha cancelado la política de contratar préstamos que hipotecan el honor financiero del país.
Hemos salido bien librados del endeudamiento externo a que muchas naciones del mundo quedaron expuestas y todavía lo están, con motivo de la pandemia. Hoy son positivos los indicadores económicos que neutralizan la aparición de consecuencias del orden público que amenazan la vida democrática a causa del desempleo, los bajos salarios, la reducción del ahorro y las escasas inversiones.
Y aunque el pago de la deuda se elevó un 7 por ciento, esta pudo cubrirse sin que el gobierno actual tuviese que adoptar medidas draconianas para cumplir con sus acreedores, lo que es lo mismo, aplicar restricciones a la jubilación, recorte de programas sociales y elevación excesiva de los precios y tarifas de servicios públicos, entre otros.
EPÍLOGOMi padre fue médico cirujano partero egresado de la UNAM. Él siempre tuvo un botiquín de primeros auxilios, en casa, en su consultorio o en su auto.
En el interior de una serie de compartimentos del botiquín de madera color blanco , había vendas de distintos tamaños, gasa estéril, tiras adhesivas, bandas elásticas, una férula o tablilla, abatelenguas, alcohol, jeringas, bolas de algodón estéril, antihistamínicos ,termómetro, aspirinas, esparadrapo, agua oxigenada. tenía también una tarjeta pequeña con los números de emergencia. La ambulancia, la policía, los bomberos.
El botiquín nos fue muy útil en las excursiones al campo, la mar y en los viajes largos por carretera.
No recuerdo haber sufrido un percance grave, por suerte. Pero el botiquín invariablemente estuvo preparado para cualquier contingencia.