SALUDO PASTORAL
MADUREZ POLÍTICOSOCIAL
Llevamos ya mucho tiempo en medio de una crispación social en nuestro país, que tristemente se ha intensificado aún más en los últimos años. Existen manifestaciones sociales para diversas causas, como la demanda de medicinas, la búsqueda de personas desaparecidas, la defensa de las instituciones, los ajustes salariales, la solicitud de protección contra la delincuencia y aun también, los migrantes de otros países. Podríamos enumerar muchas más causas. Lamentablemente, en ocasiones, solo de esta manera logramos que se escuche a las personas.
En el centro de toda esta situación se encuentra la cuestión política y la manera en que se ha ejercido el poder. Es comprensible que vivimos en una democracia y que dentro de la dinámica de este sistema de gobierno exista la lucha de poderes entre los partidos políticos, pero se han olvidado de lo más importante: el bien del país, que afecta a todas las personas. Se han centrado en la lucha de pequeños grupos que solo piensan en sus intereses, dejando de lado las verdaderas necesidades de la población y el auténtico desarrollo de la nación.
Principio del formulario Final del formulario Estamos a punto de iniciar un proceso electoral, aunque ya había comenzado hace tiempo de manera ilegal, que marcará una nueva etapa en nuestra vida social. Lamentablemente, no podemos esperar nada nuevo: las mismas promesas, más discursos, las trampas de siempre, la compra de conciencias, el creciente despilfarro de dinero frente a las grandes necesidades y, lo que se ha añadido recientemente, la muerte de candidatos y actores políticos. Todos estos escenarios estarán presentes en los próximos meses, hasta que la realidad vuelva a golpearnos y nos haga despertar con la impotencia de la amnesia ante las promesas incumplidas por parte de nuestros políticos.
Este ciclo continuará repitiéndose hasta que alcancemos una madurez políticosocial que nos ayude a abrir los ojos a la realidad de nuestro país. No debemos anteponer nuestros intereses personales a los del país, debemos ser capaces de analizar y discernir las mejores decisiones para mejorar nuestras condiciones de vida. No debemos estar ciegos ante las ideologías que se imponen de manera velada y no debemos ser presa fácil de las manipulaciones a través de dádivas o promesas que no se puedan cumplir. La sabiduría y la cordura deben ser el signo que guíe nuestro futuro como país.