El Sol de Tampico

ANDAN DICIENDO

- MIGUEL SALAZAR

ATEMACO. La creencia en los nahuales es un testimonio de la riqueza cultural y de las tradicione­s que perduran a lo largo de los siglos en este municipio repleto de magia y misticismo.

Catemaco es la cuna de la brujería y también de los nahuales en México; entre sus habitantes perduran historias y leyendas de personas que tienen la capacidad de transforma­rse en animales. Peden ser desde pequeñas aves hasta grandes e imponentes bisontes.

Enrique Marthen Berdón, El Ahijado, brujo mayor de Catemaco, precisa que los nahuales son brujos “que logran alcanzar la perfección y que se mueven entre las sombras para causar daños y destrozos”, aunque también hay quienes se convierten en vigilantes para procurar el bien.

Según él, el 9 de marzo de 2022 fue hallado el cadáver de un nahual en el poblado Texalpan, del municipio de San Andrés Tuxtla, aledaño a Catemaco. El cuerpo estaba en descomposi­ción y tenía una apariencia similar a la de un perro. Ese día, pudo tomar una muestra de la piel y un colmillo, que a la fecha conserva.

Incluso, los restos los mostró en las instalacio­nes del centro ceremonial El Ahijado y al sacarlos de una bolsa de plástico, del pedazo de piel comenzó a escurrir una especie de grasa, lo que, según dijo, sería una evidencia para demostrar que se trataba de un nahual.

CEl 30 de agosto de 2014, en Catemaco se encontró otro cuerpo, según de nahual. En esa ocasión el cadáver era similar al de un tigrillo y fue llevado al centro ceremonial, en donde el brujo mayor realizó un ritual de purificaci­ón.

SON MUY SIMILARES A LOS ANIMALES PERO NO IGUALES

La forma que toman los nahuales no es del todo idéntica a la de los animales, de acuerdo con El Ahijado.

Y es que, antes de transforma­rse, los nahuales “se quitan sus vísceras, piel o alguna extremidad que guardan en lugares seguros, como en su casa”.

Posteriorm­ente, salen para causar destrozos en propiedade­s, alimentars­e de animales de granja o solamente asustar a las personas.

Lo anterior, según él, ocasiona que los agredan, al grado de ser cazados, lesionados o de plano asesinados, sin que logren regresar a su forma humana.

Para convertirs­e en nahual, los brujos deben dominar sus artes a la perfección. Aquellos que no sean perfectos, pueden morir en el proceso de la transforma­ción.

Enrique Marthen Berdón dice que de niño y de adolescent­e tuvo experienci­as con nahuales. La primera vez fue con uno con forma similar a la de un León y la segunda con uno transforma­do en una especie de lobo negro.

Los nahuales existen en otros países, aunque pueden ser identifica­dos con otros nombres, “eso puede verse, por ejemplo, en las historias de China o de otros países, en donde había hechiceros que se transforma­ban en grandes dragones para proteger a sus pueblos”.

HISTORIAS QUE PERDURAN

En Catemaco son muchas las historias y leyendas que se cuentan relacionad­as con nahuales.

Aunque no se sabe con certeza cuándo comenzaron a manifestar­se o detectarse los primeros casos de nahuales, brujos y lugareños dicen que podrían tener más de dos siglos.

Al platicar con vecinos de este municipio, de inmediato comienzan a recordar historias y leyendas de hombres y mujeres que tenían el poder de transforma­rse en animales.

Hace 60 años, según José, existió una mujer que se convertía en perra y que se dedicaba a espantar a las personas. “Le decían la perra chichona; su cuerpo era extraño y su forma no era totalmente igual a la de una perra. Intentaron atraparla, pero ya no se supo más de ella”, señala.

Otra historia que comparten habitantes es la de una mujer que, según dicen, se convertía en una cochina enorme y todas las noches causaba daños en sembradíos, hace como 60 años. “La gente se organizó para intentar atraparla o matarla. En una ocasión lograron herirla a machetazos y fue la última vez que la vieron”, sostuvo un lanchero.

Además, abunda que “lo más raro es que una mujer que vivía en el centro amaneció con heri

CUNA DE LA BRUJERÍA Y DE ESTOS SERES, ENTRE SUS HABITANTES PERDURAN HISTORIAS Y LEYENDAS DE PERSONAS QUE SE TRANSFORMA­N EN ANIMALES

Antes de

“Se quitan sus vísceras, piel o alguna extremidad que guardan en lugares seguros, como en su casa”

EL AHIJADO

dasdearmab­lancaenlas­piernas y en la espalda, como de machetazos; jamás se recuperó y tras su muerte encontraro­n en su casa un recipiente en el que según guardaba sus vísceras para poder transforma­rse”.

Otro caso es el de un perro enorme que hace como 30 años era visto cerca de la laguna; “su tamaño no era normal y lo que se dice es que se trataba de un nahual”, señaló.

PRESENCIA EN OTROS ESTADOS

Los nahuales, según lo que se dice en Catemaco, también han sido vistos en los estados de Chiapas, Tabasco, Sonora y Oaxaca.

Sin embargo, señalan que se trata de brujos originario­s de

SEGÚN HABITANTES,

Catemaco, pues esos seres son originario­s de esta zona de Los Tuxtlas; “todo nahual que sea visto en México sin duda alguna es de Catemaco”, argumentan.

Gonzalo Aguirre Sánchez, el Apóstol del Diablo, hijo de Gonzalo Aguirre, el brujo que inició las misas negras durante marzo de 1970 en Catemaco, dice que su papá fue nahual y que solía transforma­rse en una ave y en un burro.

Según él, su padre nunca causó mal y cuando se transforma­ba en burro era para espantar a taxistas.

Mientras tanto, la hechicera Francisca Hernández Mixtega, del poblado Zapopan, dice que dos de sus tíos fueron nahuales y que murieron hace 20 años a causa de infartos. “Ellos se transforma­n en perros, gatos y guajolotes y a veces en vacas o toros”, aseguró.

También dijo que “eran maldosos y nomás andan espantando a la gente”.

SE OCULTAN ENTRE LAS SOMBRAS

Según habitantes, los nahuales se ocultan entre las sombras y solían verse por las noches en la zona boscosa de la reserva ecológica de Nanciyaga y en los límites con San Andrés Tuxtla. En ambos sitios se realizó un recorrido durante altas horas de la noche, sin que se lograra tener contacto con alguno de esos seres.

Catemaco se encuentra en el sur del estado, en la región de Los Tuxtlas, a unos 160 kilómetros del puerto de Veracruz y a unos 220 de Xalapa.

los nahuales se ocultan entre las sombras y solían verse por las noches en la zona boscosa de la reserva ecológica de Nanciyaga

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