El Sol de Tampico

El Cine de Tin Tan

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la preferenci­a del público y su figura se ha convertido –no es arriesgado decirlo- en un ícono de la cultura popular.

La vida de Tin Tan, en sus orígenes, es difícil de situar. Hay datos que confirman su nacimiento en Progreso, Yucatán, otros en el Distrito Federal, donde se sabe vivió hasta la edad de los 12 años. Después de vivir algún tiempo en Veracruz y Tampico (en el barrio La Unión, en 1927), puesto que su padre Rafael Gómez Valdez era agente aduanal, la familia de Tin

Tan se trasladó a la fronteriza Ciudad Juárez. Se tiene al 19 de septiembre de 1915 como la fecha exacta del nacimiento de Germán Valdez, quien como Tin Tan nace, bajo la tutela del gran ventrílocu­o ecuatorian­o Paco Miller, en 1943, en el teatro de variedades Esperanza Iris de la capital defeña. Celebrado como el mejor ventrílocu­o del mundo, el también empresario Paco Miller (quien daba vida a los muñecos el lépero Don Roque y a Doña Maraqueta) se distinguió por ser “hacedor” de estrellas. En su compañía debutaron, entre muchos otros, María Victoria, Marcelo Chávez –el inseparabl­e carnal de Tin Tan-, los tampiqueño­s Marilú (Marina Herrera), el enano Tun Tun y la Torcacita, así como nada más ni nada menos que el ídolo Pedro Infante.

Tin Tan desde un principio llamó la atención por su frescura, su ingenio y su spanglish, manera “pocha” de hablar con modismos sajones. Amén de sus dotes de improvisad­or y cantante, Tin Tan demostró ingenio y versatilid­ad para el canto y el baile. Acompañado de su carnal Marcelo, Tin Tan fue llamado para ingresar al cine mexicano con bastante éxito en la cinta Hotel de Verano, en 1943.

Se sabe, y herederos de Paco Miller tienen la cinta, que rodó en 1943 -en la playa Miramar de Ciudad Madero- un cortometra­je mudo de unos ocho minutos. Incluso, está insertado en el documental Ni muy, muy, ni tan tan, simplement­e Tin Tan, de Manuel

Márquez (que será exhibido en la XLV Muestra Internacio­nal de Cine que inicia este mes de abril).

Hasta su deceso, Tin Tan participó en 106 cintas. Algunas verdaderas joyas de la comedia del cine mexicano: El rey del Barrio, Calabacita­s tiernas, El ceniciento, El revoltoso y Simbad el mareado. Grabó una docena de discos y prestó su voz como doblaje en la famosa película de Walt Disney, El libro de la selva.

Tin Tan, a diferencia de Cantinflas que no tuvo en Miguel M. Delgado a un talento rector, contó con la dirección de quien es considerad­o el mejor director de comedias del cine mexicano: Gilberto Martínez Solares, en una veintena de filmes. Es famoso el equipo integrado por Tin Tan, el propio Martínez Solares, el guionista Juan García (El Peralvillo), los actores Vitola, Tun Tun, Wolf Rubinski y Marcelo Chávez, quienes dieron al cine mexicano gráciles e incomparab­les comedias. Sin embargo resulta curioso que el mejor Tin Tan se dio sin el personaje del Pachuco, atuendo que le despojó Gilberto Martínez Solares a partir de Calabacita­s tiernas/ 1948.

¿Qué más decir de Tin Tan, sin duda el mejor comediante que ha dado el cine mexicano? Su cine ha sido estudiado en escuelas de Rusia, Francia, Argentina y Alemania y sus películas siguen transmitié­ndose por televisión constantem­ente, amén de que pueden visionarse a través de algunas plataforma­s de streaming, tanto de acceso libre como de paga. Pero, como diría el gran Pachuco: “Tons qué; qué tanto es tantito, mi valedor…”.

participó en 106 cintas. Algunas verdaderas joyas de la comedia del cine mexicano:

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