De capilla de madera a Catedral imponente
El 9 de mayo de 1841 se coloca la primera piedra de la nueva remodelación del templo de Tampico
El templo fue considerado para ser edificado en el lado poniente de la plaza principal, sitio que hoy ocupa el Palacio Municipal de Tampico. Todavía en el año de 1825 en Altamira se tomaban las decisiones sobre el puerto, por lo que el ayuntamiento de aquella ciudad asignó mil 500 pesos, para que se construyera una capilla de madera.
El dinero fue entregado al alcalde interino del puerto, Vicente de la Torre, quien a su vez comisionó esta primera obra religiosa de Tampico a Juan Mariño, un militar español con rango de Alférez, que había llegado hacia 1824 como habitante agregado al nuevo poblado y a quien se le asignó el predio 19 para su familia.
SU LUGAR ORIGINAL FUE CAMBIADO A SOLICITUD DE LOS POBLADORES
Cuando la construcción llevaba ya un avance, varios vecinos de la ciudad acudieron con el alcalde para solicitarle que el templo debería estar en la parte norte de la plaza principal, como era costumbre en las iglesias románicas, por este motivo se detuvo por primera vez la obra de lo que llegará a ser el edificio religioso más imponente de Tamaulipas.
La solicitud fue llevada al gobierno de Altamira, logrando su autorización para el cambio de los predios, por lo que el del curato pasó a donde actualmente se erige la Catedral de Tampico y el del ayuntamiento a donde se ubica ahora el Palacio Municipal de Tampico, tal como lo habían pedido los primeros pobladores de la ciudad.
Entonces hubo que deshacer la obra y trasladarla a la zona que hasta la fecha ocupa este edificio religioso, para ser concluida el 6 de marzo de ese mismo 1825, cuando fue bendecida para iniciar sus oficios como iglesia parroquial de Santa Anna de Tampico, funcionando así por 16 años, cuando se decide la construcción de un templo más grande.
TUVO UN DERRUMBE Y UN RAYO PARTIÓ UNA TORRE
El 9 de mayo de 1841 se coloca la primera piedra de la nueva remodelación del templo de Tampico, dos años después ya se tenía la primera etapa hecha de mampostería, que también fue bendecida, y en 1850 es cuando el famoso arquitecto español Lorenzo de la Hidalga, quien había hecho trabajos para Antonio López de Santa Anna en templos y teatros, toma el proyecto.
Fue De la Hidalga quien le daría el estilo ecléctico, comentó el responsable del Patrimonio Histórico de la Secretaría de Desarrollo Urbano del gobierno de Tamaulipas, Francisco Jassi Rojas, quien menciona que creó una fachada neoclásica, acorde con la época en la que se empezó a edificar el templo.
“El templo se distingue por un frontón amplio con tres puertas flanqueadas por columnas pares estriadas en estilo corintio, más adelante se comisionará al artista tamaulipeco José Luis Diez un mosaico para el frontón que representa al Cristo Pantocrátor y otras escenas con el primer evangelizador del lugar, Fray Andrés de Olmos y los indígenas del estado”, agrega el arquitecto Jassi Rojas.
La primera parte del templo quedó terminada, según los planos y costos presentados a la Academia de San Carlos, en 1856. En ese entonces el templo contaba con contrafuertes y tres naves, siendo la central la más elevada, para posteriormente ir terminando las dos torres, que estuvieron concluidas al iniciar el nuevo siglo, sin embargo en 1917 sufre un derrumbe y en 1922 una de las torres es derrumbada por un rayo.
EN MÁRMOL SE ENCUENTRAN ALGUNOS DE LOS DETALLES QUE LA HACEN ESPECIAL
La parroquia de Tampico pasó a ser la Catedral de la Diócesis de Tamaulipas, precisamente en 1922, cuando el Episcopado mexicano nombró al templo como sede de los poderes eclesiásticos y para el 12 de noviembre de 1931 fue consagrada a la Inmaculada Concepción de María, patrona del puerto. Una segunda subdivisión la dejó solo como la iglesia principal de la Diócesis de Tampico que abarca 68 parroquias en 11 municipios, con 106 sacerdotes.
EL RESCATE DE LA CATEDRAL DE TAMPICO
El edificio está considerado como parte del patrimonio arquitectónico de Tamaulipas y es orgullo de Tampico, no solo por su belleza y estilo, sino por ser uno de los pocos templos que construyó Lorenzo de la Hidalga y que sigue en pie.
“Lo que hemos visto a lo largo del tiempo, por estar expuesta a la intemperie, es que algunos materiales se han desgastado, el uso mismo del inmueble y algunas intervenciones o arreglos parciales que se han hecho mantienen al templo con varios problemas, por lo que se trabaja en crear un proyecto ejecutivo para su rescate integral”, concluyó.
En 1850,
el arquitecto español Lorenzo de la Hidalga tomó el proyecto, imprimiéndole un estilo ecléctico con una fachada neoclásica que incluye un frontón amplio flanqueado por columnas corintias