Explosiones aterrorizan al sur de EU
Una empresa de paquetería y una tienda de artículos de segunda mano fueron afectadas; las autoridades sospechan que todos los incidentes están relacionados
CHICAGO, EU. Dos nuevas explosiones se registraron ayer en Texas, en un ola de agresiones que ya suman seis en total y ha cobrado la vida de dos personas y han herido a varias desde inicio de marzo en el estado sureño de EU.
El primero de ellos estalló en la madrugada de ayer en un centro de reparto de la empresa de paquetería Federal Express en la localidad de Schertz, el quinto incidente de su tipo en las inmediaciones de la capital texana.
Una persona resultó herida por el estallido. El paquete exclusivo estaba dirigido en apariencia a una dirección en la ciudad de Austin, de acuerdo con fuentes policiales dadas a conocer por medios locales.
La segunda detonación tuvo lugar en una tienda de artículos de segunda mano Goodwill. Según los servicios de emergencia médica de Austin, un hombre de unos 30 años fue llevado al hospital.
Entre las agencias que participan en la averiguación se encuentra la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la administración de Tabaco, Armas de fuego y Explosivos (ATF). Apenas el domingo, un artefacto detonado en el suroeste de Austin, Texas, lesionó a dos hombres jóvenes que circulaban en bicicletas y fue activado por un cable colocado camuflado para mezclarse con el entorno.
De la misma forma las autoridades están investigando si la cuarta explosión fue obra de la misma persona responsable de las otras tres explosiones que se han registrado en Austin desde el pasado dos de marzo. Las primeras tres bombas se dejaron como paquetes en las puertas de tres casas. La primera explosión, el dos de marzo, mató a Anthony Stephan House, un afroamericano de 39 años. El segundo, registrado el 12 de marzo, mató a Draylen Mason, un adolescente también afroamericano de 17 años. La tercera explosión ocurrió también el 12 de marzo y lesionó gravemente a una mujer hispana de 75 años. El hecho de que las victimas hasta antes del último atentado fueran todas miembros de las minorías, motivó sospechas de que pudieran tratarse de un “crimen de odio”.