A LA SOMBRA
En el partido oficial saben que las movilizaciones clientelares desde los estados de la República funcionaron, pero que, por sí sola, la CdMx hubiera pasado problemas para juntar tanta gente. Dicen los que saben que se revisa ya, desde esta semana, en el Ayuntamiento capitalino, la estrategia de trabajo social, sabedores que además del padrón de programas sociales que ya tienen seguro, tienen que ir por los no convencidos, clases medias ilustradas que no se tragan cuentos tan fácil, indecisos, y aquellos que perdieron en el camino, como los trabajadores del sector cultural. Se viene la batalla por la capital.
***
La noche del lunes el país se enteró que la turística isla de Holbox no tiene bomberos. Este municipio de Quintana Roo, estado que recién gobierna la morenista
Mara Lezama, combatió con cubetas de agua el incendio de tres hoteles, entre ellos Casa Tortugas y Mawimbi. Llegaron bomberos de Kantunilkín, pero cuando ya eran cenizas. En visita de la emergencia, la gobernadora prometió, además de bomberos propios, una ambulancia acuática, un consultorio de medicina familiar, aumentar la capacidad policiaca y mejora de servicios públicos, a una isla históricamente olvidada. Los pobladores, enojados, le toman la palabra, pero desconfían… hasta no ver, dicen, porque ya les han prometido mucho en el pasado.
***
Con el invierno se detectan de nuevo casos de Covid-19 en el país, con incrementos “progresivos pero no acelerados”, como dijo el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien de paso anunció la llegada de nueve millones de vacunas cubanas Abdala, para usarse como refuerzo en adultos.
A todo esto: ¿y la vacuna mexicana Patria, que con tanto bombo anunciara el Conacyt de María Elena Álvarez Buylla? A mediados de año estaba buscando voluntarios para la segunda fase del protocolo de desarrollo y después, nada. ¿Esta inversión de recursos públicos tendrá el mismo destino de los respiradores artificiales que nunca sirvieron?
***
Ayer sucedió lo impensable: el Congreso de la Ciudad de México voto de manera unánime un dictamen. Sí, con el voto de todas las bancadas se aprobó el reconocimiento por ley de la violencia vicaria, un tipo de agresión de género en la que se utiliza a los hijos e hijas como un medio para dañar o producir sufrimiento a las mujeres.
Con vítores y porras por parte de activistas y legisladoras tan disímiles como Ana Francis López, de Morena, o Gabriela Salido, del PAN, se incorporó esa forma de violencia en la fracción X del artículo 6 de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la Ciudad de México. Un avance más, que ahora falta que quienes tengan que aplicar la justicia lo sepan ejercer.