HASTA SIEMPRE
LOS AFICIONADOS APROVECHAN LAS ÚLTIMAS HORAS DEL INMUEBLE PARA TOMARSE ALGUNAS FOTOS
Doha.- Un estadio a lo Lego, sus piezas se ensamblan una encima de otra, único en el mundo. El pintoresco 974 ubicado en Ras Abu Abboud cumplió su propósito y ahora es tiempo de desarmarlo. No hay fecha exacta para que inicie el proceso, pero se tiene que hacer pronto. Por el lugar, este martes aparecieron algunos trabajadores que limpiaron la explanada y de alguna manera van preparando el camino para desmontar los contenedores. Mientras llega ese momento aparece la nostalgia, muchos aficionados quisieron ir a visitarlo, admirarlo y tomarse la foto del recuerdo. El estadio no va a tener más futbol y dentro de poco va a dejar de existir en este lugar.
En ese estadio debutó México en Qatar 2022 contra Polonia, pero no solo el Tricolor le dio vida a sus gradas, miles de aficionados portugueses vieron a Cristiano Ronaldo en ese lugar, Argentina pintó los asientos con los colores de la Albiceleste, Brasil mostró lo mejor de su magia, Francia también jugó en ese recinto, Polonia, Corea del Sur,
El estadio 974 tuvo una capacidad para 40 mil espectadores, siempre se observó lleno en los siete partidos mundialistas que recibió, su ubicación a escasos 10 kilómetros del centro de Doha lo convirtió en uno de los recintos predilectos para los aficionados. El metro fue el mejor medio de transporte para llegar al lugar. La estación Ras Abu Abboud de la línea dorada está literalmente enfrente del estadio.
Miles de fanáticos de todo el mundo recorrieron sus pasillos, lo fotografiaron, admiraron sus contenedores de colores, los de color rojo daban acceso al estadio, los azules indicaban las oficinas y lugares de venta de comida, mientras que los de tono amarillo eran los baños del estadio.
El estadio está frente al Golfo Pérsico, muchas buenas postales captaron los aficionados en su camino al lugar.
Otra peculiaridad del recinto fue su nombre, el 974 proviene de la clave telefónica para llamar a Qatar.
Fanáticos argentinos, coreanos, iraníes, árabes, marroquís, estuvieron en el lugar tomándose la foto del recuerdo. La Copa del Mundo colocada en la explanada del lugar fue el mejor sitio para capturar la imagen, también en las letras del estadio.
Los trabajadores del lugar comenzaron a quitar las lonas alusivas al Mundial que estaban en las vallas, todo es calma, el caos, la fiesta que existió en los días de partido quedó en el recuerdo.
El 974 está cerca de desaparecer, su vida fue momentánea. Hasta siempre.