Mafias chinas en México
Después de varias pistas que aparecieron en los últimos años en decomisos de laboratorios clandestinos en zonas rurales de México, la DEA y el Departamento del Tesoro estadounidense señalaron a los laboratorios chinos Shanghai Fast Fine Chemicals, de formar parte de una red de tráfico de precursores químicos en sociedad con uno de los cabecillas más encumbrados y menos conocido del Cártel de Sinaloa.
La discreción y bajo perfil de José Ángel Rivera Zazueta, señalado por la DEA como uno de los principales operadores de Ismael El Mayo Zambada en el tráfico de fentanilo, tiene correspondencia en sus socios Jason Antonio Yang López, ciudadano guatemalteco de origen chino y Nelton Santiso Aguila, quienes fueron boletinados el lunes pasado por el Tesoro estadounidense como cabezas visibles de una red que opera a escala global con ramificaciones en América Latina, Europa y los tres continentes.
Rivera Zazueta trabaja de manera estrecha con Shanghai Fast Fine Chemicals, empresa que realiza envíos de precursores químicos etiquetados de manera engañosa a sus socios en México. Este modus operandi como rasgo de las mafias chinas en México es uno de varios que ha detectado la Guardia Nacional en casos distintos desde el año 2020.
Las principales organizaciones de tráfico de drogas del país se apoyan en organizaciones chinas que tienen su sede en la Ciudad de México, donde operan una red empresarial para el lavado de ganancias que se obtienen del tráfico y comercio de fentanilo. Un documento de la Guardia Nacional sobre la participación de las mafias chinas en el lavado de dinero en México, registra que desde el 2018 la secretaría de Hacienda detectó y acreditó la existencia de siete empresas “fachada” que operaban en la zona del Pacífico entre los años 2013 y 2019. “Se detectaron registros de declaraciones de impuestos falsas con las que, incluso, requirieron a la autoridad hacendaria que se les retribuyera casi medio millón de pesos”. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) alertó al inicio del sexenio que las organizaciones delictivas chinas encubren movimientos de sus recursos financieros con la operación de comercializadoras de prendas de vestir, inmobiliarias, restaurantes, industria farmacéutica, automotriz, servicios veterinarios para mascotas, laboratorios clínicos, comercializadora de productos diversos, entre otros, dice el documento encontrado entre los seis TB de información militar obtenidos por el colectivo Guacamaya.
Señala como vulnerabilidad la utilización de sistemas de pagos alternativos como la “hawala”, al margen de la detección por el sistema financiero que complica identificar operaciones realizadas por la delincuencia organizada.
La falta de acceso a la información fiscal y financiera por parte de la Guardia Nacional, está considerado un obstáculo para las investigaciones sobre lavado de dinero transnacional. Esto podría generar amenazas como la creación de empresas fantasma con potencial de riesgo para afectar el sistema tributario nacional. El riesgo es un mayor crecimiento de la mafia china al diversificar su presencia y operación, lo cual podría traer un crecimiento de células delictivas de origen chino y ocasionar un incremento en los índices de violencia ya existentes en el país.