DESCONCIERTO
El desconcierto se ha apoderado del medio futbolístico profesional de México ante el fuerte rumor de que los dueños de equipos de primera división, manipulados por las principales televisoras del país, llevarán a cabo una asamblea en la que abolirán el descenso y de esa forma matarán la ilusión de miles de jugadores que desde la tercera división buscan llegar al máximo circuito.
Esta situación ha generado un malestar generalizado y algunos clubes de la división de ascenso y de la misma segunda división se han manifestado en contra de lo que vendría a ser un parte aguas negativo para el balompié nacional.
La propuesta de cancelar el descenso, de concretarse, abrirá las puertas para que surja una nueva estructura futbolística, ajena a los intereses de Televisa y TV Azteca, que son los principales ganadores económicamente de este deporte por los millones de pesos que semana a semana ganan con la venta de comerciales y toda la mercadotecnia que envuelve al futbol de las patadas.
EL SENTIR EN TLAXCALA
El sábado pasado tuve la oportunidad de tocar brevemente este tema con el presidente del club Coyotes, Rafael Torre Mendoza, quien no está de acuerdo en que desaparezca el descenso, ya que vendría a acabar con el sueño de muchos futbolistas y también de clubes que destinan importantes cantidades económicas para fortalecer su proyecto con miras alcanzar el sueño de llegar a una división superior.
Hay que estar atentos qué es lo que viene en este enrollo, en el que claramente se ve la firme intención de seguir sumiendo al futbol mexicano en medio de los intereses de dos televisoras que paulatinamente han ido creando condiciones adversas para el desarrollo de este deporte.
En nuestro país, la proyección del jugador nacional es cada vez más limitada, no olvidemos el enorme daño que está haciendo la regla 10-8 que, entre otras cosas, permite que los equipos podrán alinear en el campo hasta diez jugadores extranje
ros, incluso cada equipo puede presentar 18 jugadores no nacidos en México entre naturalizados y extranjeros.
Si a esto sumamos la cancelación de la participación en los torneos Copa Libertadores y Copa Sudamericana, el futbol nacional cada vez se aísla más y su dependencia para trascender está en los jugadores que emigran al viejo continente.
COYOTES Y SU NUEVA SEDE
El pasado sábado Coyotes inició una nueva experiencia futbolística en una cancha distinta al estadio Tlahuicole en la que tendrá que ir adaptándose para lograr alcanzar su mejor nivel futbolístico.
Lo interesante del juego ante FC Satélites, al que vencieron dos goles a uno, fue la respuesta de la afición que llenó la grada principal de este inmueble y que muestra un contacto e identidad con el club profesional tlaxcalteca, que da alegría y pasión a su existencia.
Sabemos que Coyotes tiene una espina bien clavada, su derrota en la final anterior ante Yalmakán, por lo que el proyecto busca la revancha en este torneo en pos de ser campeón y vengar la caída ante el cuadro de Quintana Roo.
No olvidemos que el campeón del Clausura 2018 jugará el campeón de campeones ante Yalmakán, por lo que de Coyotes de alvanzar el título tendrá la posibilidad de demostrar que es el mejor de la Serie B de la Liga Premier. Tiempo al tiempo.
LA VIOLENCIA
Ayer, en el estadio Santa Cruz IMSS estalló la violencia en contra de los árbitros en una semifinal de la liga local.
El acto reprobable se presentó al finalizar el juego entre Toros Tec ante Enince cuando un integrante del cuerpo técnico de los últimos, que quedaron eliminados, soltó un golpe estilo Mike Tyson al silbante central y otros de sus compañeros patearon a un asistente.
Por suerte, el hecho no pasó a mayores, pero el perfil agresivo una vez más empaña el juego limpio del futbol.
Tener o no tener razón no es la forma de encarar la labor arbitral; me informan que a Enince le anularon un gol por fuera de juego, lo que no aceptó el equipo y de ahí su reacción propia de la barbarie.
De contar el tanto pasaban a la final, pero la historia fue otra.