El acceso efectivo a la justicia en el estado de Tlaxcala Visión 2018-2020
En esta ocasión me dirijo
nuevamente a los apreciables lectores de este espacio de opinión, pero ahora con la alta y honrosa responsabilidad de presidir el Tribunal Superior de Justicia y el Consejo de la Judicatura del Estado de Tlaxcala, por el periodo comprendido del primero de febrero de dos mil dieciocho al treinta y uno de enero de dos mil veinte. Como abogado y académico apizaquense, me distingue sobremanera encabezar los trabajos de este Poder público con el voto de confianza externado por mis compañeros magistrados integrantes del Pleno.
La misión primordial de todos los que formamos parte de los poderes judiciales es contribuir día a día a hacer efectivo el derecho humano de Acceso a la Justicia, el cual se encuentra reconocido en el artículo 8º de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, “Pacto de San José de Costa Rica”, y en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y que consiste en que toda persona tiene derecho a resolver sus conflictos a través de órganos jurisdiccionales expeditos para impartir justicia de manera pronta, completa, imparcial y gratuita, así como de una manera más humana y efectiva a través de los mecanismos alternativos de solución de controversias.
Si bien el derecho de acceso a la justicia goza de reconocimiento convencional y constitucional, lo cierto es que debemos analizar de manera exhaustiva si en la realidad goza de efectividad, máxime cuando vivimos en una sociedad altamente litigiosa en la que los órganos jurisdiccionales se encuentran congestionados y rebasados en sus capacidades por la cantidad de asuntos que son sometidos a su consideración, lo que a su vez incide negativamente en la percepción que de ellos tiene la ciudadanía.
Para resolver tal problemática, en otras latitudes se ha considerado necesario dotar de mayor presupuesto al Poder Judicial con la finalidad de crear un mayor número de órganos jurisdiccionales o contratar más servidores públicos para desahogar adecuadamente la carga de trabajo, no obstante, la eficiencia no radica solamente en ello sino en obtener mejores resultados con el uso adecuado de los recursos disponibles.
Por otra parte, a través de reformas y adiciones a los códigos adjetivos se han ajustado los procedimientos con la finalidad de hacerlos ágiles, eliminando formalismos excesivos, reduciendo términos, concentrando etapas procesales en audiencias eminentemente orales y suprimiendo recursos. Todos estos esfuerzos llevados a cabo muchas veces de manera aislada, no han dado los resultados esperados por la ciudadanía.
Ante la complejidad del problema y para afrontar los retos que se vislumbran para los poderes judiciales, es necesario plantear propuestas de solución integrales e interdisciplinarias, entre las que se encuentran, el aprovechamiento de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC´s), el rediseño y la reingeniería de los procesos que se siguen al interior de los órganos jurisdiccionales, la medición y evaluación de las actividades, el trabajo a través de indicadores, la dignificación, capacitación y potencialización de los recursos humanos, el fortalecimiento y difusión de los mecanismos alternativos de solución de controversias y sobre todo la cercanía y trato digno hacia los justiciables.
A partir del primero de febrero del año en curso en que asumí la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Tlaxcala, los criterios señalados en líneas anteriores son los que orientan la preparación del “Plan Estratégico Institucional” que habrá de definir la ruta a seguir durante los próximos dos años de mi administración.
Para una adecuada detección de necesidades que deberán ser atendidas a través de las líneas de acción que contendrá el referido plan, actualmente se encuentra en curso una etapa de diagnóstico que comprende todas las áreas jurisdiccionales y administrativas, entrevistas con el personal, recorridos a las instalaciones, tanto de Ciudad Judicial (Distrito de Cuauhtémoc) como los demás distritos judiciales.
Igualmente, es fundamental en este proceso de planeación escuchar el punto de vista de aquellos a quienes nos debemos, los justiciables, así como de aquellos que tienen a su cargo la noble y fundamental tarea de patrocinarlos o asesorarlos, por ello escucharemos su sentir, sus preocupaciones e intereses.
En síntesis, tengo la convicción de que ha llegado el momento de que el Poder Judicial del Estado de Tlaxcala se redimensione como una institución de vanguardia, que brinde un servicio cercano y eficiente a la ciudadanía, en un contexto de respeto a los derechos humanos y en amplia colaboración institucional con los Poderes Ejecutivo, Legislativo, Municipios y organismos autónomos en la entidad.
En la medida en que se logre lo anterior, verdaderamente podremos considerar que en nuestro querido Estado el derecho humano de acceso a la justicia goza de efectividad.