Segundo debate: propuestas y contrastes
Sin duda, el segundo debate presidencial genera muchas expectativas. Hay quienes creen que Ricardo Anaya, de “Por México al Frente”, arreciará los embates contra Andrés Manuel López Obrador, de “Juntos Haremos Historia”, y que él, a su vez, se podría victimizar al ser blanco de las críticas y señalamientos de sus oponentes por sus posicionamientos incongruentes y erráticos.
El independiente Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, probablemente sorprenderá a la audiencia con propuestas ocurrentes, como dar azotes a delincuentes y cortar manos a corruptos; y ya no veremos a Margarita Zavala Gómez del Campo, que renunció a la candidatura independiente y aún no decide si apoyará a algunos de los aspirantes a la silla presidencial.
¿Y qué se puede esperar de José Antonio Meade Kuribreña, de “Todos por México”? Seguramente dos cosas: propuestas y contrastes.
El debate versará sobre temas de comercio exterior, inversión y migración, frente a un público conformado por alrededor de 40 ciudadanos que, en algunos casos, podrán hacer preguntas a los aspirantes, además de las preguntas de seguimiento por parte de los moderadores, y tres espacios de diálogo entre los aspirantes sobre temas específicos, de acuerdo con lo planeado por el Instituto Nacional Electoral (INE).
Es decir, tales rubros de política exterior son ampliamente conocidos por Meade, que fue secretario de Relaciones Exteriores, y tiene clara la relación que debe mantener México con el mundo, principalmente en materia de inversión.
¿Y cómo se puede promover y fomentar la inversión? Precisamente con certidumbre jurídica, con competitividad, con políticas públicas eficientes, como las que ha planeado Meade, en contraste, por ejemplo, con las expresiones regresivas de López Obrador, que ahuyentan inversiones por la incertidumbre que generan, en agravio de la generación de empleo.
Con un formato muy original, será un buen ejercicio que permitirá una aproximación del ciudadano a los candidatos presidenciales, pero también una oportunidad para que Meade, en el marco del relanzamiento de su campaña, demuestre que es el aspirante más preparado, más capaz, con mayor trayectoria y con una carrera intachable, características de un Presidente que merece nuestro país.
En las últimas semanas, José Antonio Meade ha asumido una actitud más decidida para remontar en las preferencias electorales, con un discurso congruente que responde a los principales desafíos de México.
Esa es la razón por la que más personas piensan con seriedad votar a favor de un hombre que sabe cómo hacer las cosas, de un servidor público de carrera, con prestigio y experiencia probada.
Tras el primer debate, y después del cambio en la dirigencia nacional del PRI, la reorientación de la estrategia electoral de Meade ha causado expectación.
Sus entrevistas en “Tercer Grado”, de Televisa, y el panel de columnistas de Milenio TV, dejaron ver un candidato con determinación y con conocimiento profundo de la problemática nacional, lo que ha sembrado mucho entusiasmo no solo entre los partidos que integran la coalición, sino también entre los ciudadanos que ven con preocupación que México puede seguir la suerte de naciones como Venezuela, que colapsó como resultado de medidas populistas determinadas por líderes carismáticos.
Los mexicanos no necesitan un líder carismático, sino un hombre de Estado, un funcionario de resultados, un candidato congruente como José Antonio Meade. Sigamos con atención el desarrollo del segundo debate presidencial, que se realizará en Tijuana, Baja California, el próximo domingo 20 de mayo a las 9:30 pm, hora del centro del país.