TREMENDO CAOS
América le dio las alas y Diego Lainez no dudó en utilizarlas. El joven mexicano ya emigró del nido. El Betis lo tentó y él simplemente, no se resistió a volar.
La joya que descubrió Ricardo La Volpe continuará puliéndose en España. El cuadro albiverde es su nueva casa y él no quiere volver en mucho tiempo: “Estoy muy contento, no me esperaba esto”, dijo Laínez al ver el túmulto que causó en los pasillos del aeropuerto capitalino.
Diego fue breve, la cercanía del vuelo lo obligó a atender a los medios de comunicación de forma exprés y ortodoxa: “Estoy feliz por ir a Europa, es algo por lo que siempre he trabajado y luchado, gracias a Dios hoy puedo vivir esa experiencia”, expresó el jugador.
Lainez no se olvidó de las Águilas, los colores azul y amarillo los lleva dentro:
delantero no tuvo escapatoria ante una vorágine de cámaras y micrófonos, pero Lainez se detuvo.
EL JOVEN
“Estoy agradecido con el América y con sus aficionados, ellos fueron parte fundamental para lograr esto”, dijo.
El joven mexicano, a pesar de sus tonos azulcremas, tiene el respaldo de la mayoría de la gente: “Muchos me apoyan sin irle al América, lo vi en la Selección, estoy agradecido con todos”, destacó.
La joya emplumada tiene sus objetivos claros, su corta edad no le impide soñar alto: “Quiero seguir creciendo como futbolista y como persona, ganar cosas, estoy muy contento con esta etapa de mi vida”, indicó el delantero.
Lainez tiene las herramientas para consagrarse: “Voy a dar lo mejor de mí como siempre lo he hecho”, adelantó.
Sobre si ya tuvo la oportunidad de hablar con Andrés Guardado, Diego expresó: “Todavía no, ya tendremos tiempo allá, él es una gran persona y gran jugador”, resaltó Diego Lainez.
Diego espera no desea regresar al país en varios años, él quiere destacar en la élite del futbol: “Yo quiero hacer mi carrera allá (en Europa), aprender y crecer”, reiteró y concluyó antes de partir.
La espera por el joven mexicano fue larga, algunos reporteros dudaron de que el nuevo elemento del Betis apareciera, pero el boleto a Madrid ya estaba comprado. No hubo marcha atrás. Entre desorden, empujones y cordones derribados, Lainez entró a la sala de espera y se fue. Diego Lainez,