Comicios definen futuro político de Netanyahu
JERUSALÉN. Los jefes de los principales partidos de Israel finalizaron la campaña electoral, antes de las elecciones legislativas de hoy que muchos asemejan a un referéndum sobre el futuro del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Los sondeos difundidos por la prensa colocan al Likud (derecha) de Benjamin Netanyahu, en el poder desde hace diez años ininterrumpidos, y a la formación Kahol Lavan ("Azul-blanco", los colores de la bandera israelí) del exjefe del ejército Benny Gantz, en situación de empate, con 32 escaños a cada uno, de los los 120
que tiene la Knéset, el parlamento israelí.
"Se acabaron las divisiones para reinar", aseguró ayer Gantz, que dijo querer dirigir el país en "el interés de todos" y "no en el interés de los grupos de presión".
Esas palabras apuntan indirectamente hacia Benjamin Netanyahu, acusado por sus adversarios de mantenerse en el poder gracias a sus apoyos entre los partidos ultra-ortodoxos y el movimiento de los colonos en los territorios ocupados
La elección de hoy se celebra a solo un mes de la comparecencia de Netanyahu ante la justicia por "corrupción", "abuso de confianza" y "malversación", cargos por los que aún no fue inculpado. Una victoria electoral podría permitir a sus aliados votar su inmunidad.
Más colonización es la base de las promesas electorales de Netanyahu. Y lo repitió ayer con una de sus últimas promesas: anexionar el asentamiento de Kiryat Arba, a las afueras de la ciudad cisjordana de Hebrón (donde viven más de 200 mil palestinos y unos 800 colonos israelíes, fuertemente protegidos por el ejército) y
Cerca de 6.4 millones de israelíes están llamados a votar, en la segunda cita electoral que vive el país en cinco meses
las colonias judías que están en el mismo casco histórico de esta ciudad, donde se encuentra la Tumba de los Patriarcas, un lugar de enorme valor simbólico para musulmanes y judíos.