LOS AVENIDA Y MARGARITA
En el gimnasio Avenida, que estaba en Niño Perdido, hoy Eje Central, derrocharon energía verdaderas figuras (algunas arribaron desde el Jordán), como Memo Díez, José Ángel Mantequilla Nápoles, Ultiminio Ramos, los hermanos Ricardo, Roberto y René Arredondo, Octavio Famoso Gómez, Tarcisio Famosito Gómez, y el Didí Muciño.
En ese centro boxístico de Niño Perdido podía encontrarse a `hombres de la toalla', como Kid Rapidez, Andrés Herrera, Pancho Rosales, el Tío Jiménez o Leonardo Güero García.
Con la migración de los mánagers y entrenadores por la demolición del Jordán, floreció el gimnasio Margarita, en Dr. Arce, frente al Mercado Hidalgo.
En el Margarita, Lupe Sánchez, Manuel Tío Canseco, Justo Manzanita Sánchez y Juan Gutiérrez continuaron con el adiestramiento de personajes como Pipino Cuevas, Rodolfo Martínez, José Palacios y Humberto Chiquita González. Este último, muy pronto se convirtió en uno de los más carismáticos en ese selecto grupo.
Pipino rememoró haber comenzado su carrera junto al manejador Gilberto Salas en el gimnasio Gloria, muy cerca de Tepito. En el Gloria, igualmente entrenaban Lorenzo Halimí Gutiérrez, Panchito Gómez, Raymundo Cardozo, el Plátano Salas y el monarca nacional ligero Leoncio Ortiz, entre otros.
Salvador Sánchez, cuyo despunte inicial fue con Agustín Palacios como maestro, salió del Margarita a conquistar el título mundial pluma, ya con Cristóbal Rosas en su esquina.
Entre los gimnasios idos, es imposible dejar de mencionar al Ibero Metropolitano V, adonde llegaban a entrenar JC Chávez y José Luis Ramírez con su mánager, Ramón Zurdo Félix, para ser auxiliados por Ángel Fuentes Petatán.
Otro, del cual sólo queda el recuerdo, es el Martinelli, en la colonia San Simón.
Entre los que rebasan el medio siglo de existencia y que se mantienen activos, aparte del Atlas (esquina de Camelia y Zarco), están los de los Baños Lupita, frente al Mercado Becerra, en Tacubaya, y de los Baños Granada y del Deportivo Pino Suárez, ambos en Iztacalco. En este último se inició Marco Antonio Barrera, con el extinto mentor Rudy Pérez. José Luis Camarillo / ESTO