Trabajará Neria por mejorar servicios
Eficientar los servicios básicos y llevarlos a los lugares que hacen falta, es uno de los compromisos de Miguel Ángel Neria Carreño, quien asumirá como presidente municipal constitucional de San Antonio Cuaxomulco a partir del primer día de septiembre.
El alcalde electo, emanado del Partido Acción Nacional, dijo que en la comuna hacen falta redes de drenaje sanitario, agua potable y electrificaciones.
“Es cierto que por ley estamos obligados a hacerlos, pero desgraciadamente ni en eso cumplimos, muchas de las veces es la falta de atención, de recursos, el no querer voltear a ver las orillas del municipio, pero tenemos que trabajar todos”, dijo.
Asimismo, comentó que buscará una relación de respeto y concordia con la próxima gobernadora del Estado, Lorena Cuéllar Cisneros, y argumentó que será
MIGUEL ÁNGEL NERIA CARREÑO ALCALDE ELECTO DE CUAXOMULCO
Cuaxomulco tiene muchas áreas de oportunidad, los cuaxomulqueses estamos abiertos a que haya desarrollo turístico, que haya crecimiento económico, pero debe de ser de manera ordenada, debe ser de manera estratégica y organizada”
momento de dejar atrás los miramientos partidistas y trabajar por la sociedad.
“Fui electo para traer beneficios, para dar resultados y no podemos vivir en un municipio aislado, dependemos mucho del apoyo de los recursos del gobierno del estado y federal”, detalló.
Neria Carreño, de 42 años de edad, ya tuvo experiencia en el servicio público cuando fue presidente de comunidad de la Sección Primera en el periodo 2011-2013, y como nativo de Cuaxomulco sabe las fortalezas y debilidades de su municipio.
De esta manera, está consciente que antes de cualquier plan de gran impacto, primero tienen que brindar los servicios esenciales a la gente del municipio, “no podemos hacer, por ejemplo, un centro ecoturismo, una unidad deportiva o escuela de nivel superior, cuando las necesidades básicas aún no llegan a la gente”.
El presidente electo, casado con Isela
Hernández Cortés, tiene tres hijos: Jocelyn, de 18 años de edad; Mireya, de 16 y José Gilberto, de ocho, dice que su familia es el cimiento y motor para salir adelante y crecer en el ámbito personal y público.
“No me da vergüenza decirlo, fui obrero, ayudante de albañil, repartidor de agua de garrafón, 15 años como operador del servicio público de pasajeros, después incursioné en el medio político… soy alguien que viene desde abajo y que tiene empatía con la gente”, detalla.