Corozo promete amor a la institución
Washington Corozo arribó a Pumas como un desconocido, pero fue cuestión de tiempo para que la afición aumentara sus ilusiones y expectativas por uno de los jugadores más eficientes que tuvo el Sporting Cristal, su ex equipo, en la última temporada. Él lo tiene claro. Pese a sus 22 años, casi 23, se pone el peso en la espalda de ser el hombre que le brinde desequilibrio y juego por las bandas a los universitarios, algo que les faltó demasiado en el último semestre, donde no lograron avanzar a la reclasificación.
"Mi misión en Pumas es hacer las cosas bien, conseguir títulos, que es lo importante. Mi deseo es que se dé la opción de compra y poder pertenecer a este club. No puedo decir cómo me veo en el futuro, pero me espera un gran momento. Me va a ir bien. Les digo que confíen en mí, que me entregaré al máximo, daré todo de mí, para poder conseguir muchos goles, muchas alegrías a ellos y a la institución", dijo en entrevista exclusiva con el Diario de los Deportistas.
El ecuatoriano, nacido en Guayaquil, también fue claro al explicar lo que le solicitó Andrés Lillini, su nuevo estratega. Confesó que en la mente del técnico argentino está el poder utilizarlo por las bandas, llegar a línea de fondo y centrar, todo para convertirse en el mejor compañero que puede tener Juan Ignacio Dinenno en la ofensiva de los universitarios. Destacó que no tiene ningún problema en jugar por izquierda o por derecha, ya que ambas piernas le responden bien.
"La misión que tiene conmigo es aprovechar la velocidad y jugar uno contra uno, que es lo que más hace falta en el equipo. Puedo jugar por derecha y por izquierda, pero me siento más cómodo en la segunda. Puedo ir para el medio o jugar únicamente por fuera, pero eso dependerá del estratega. Soy ambidiestro, así que no tengo ningún problema en el lugar en el que me pongan", señaló el jugador.
Corozo supo de la negociación con Pumas el mismo día que jugó el partido de la final con el Sporting Cristal del torneo Apertura. Desde ese instante, no dudó en tomar la oferta y hasta lo compartió con su familia, que sólo aplaudió, reconoció y acompañó en la nueva travesía dentro del balompié.
"Llegué con poca información porque estaba en un torneo en Perú. Justo fue mi último partido, que era la final en un domingo. Cuando se me dio la noticia, me puse muy emocionado de venir a Pumas. Le dije a mi mamá y mi papá que se me dio la oportunidad de jugar en México y era en Pumas. Mi familia se quedó muy contenta por todos los logros que consigo ahora en mi carrera como futbolista", compartió.
Lo poco que he salido me ha gustado. Cuando uno va a una nueva ciudad, quiere salir a conocer lugares turísticos, pero ahorita no se puede. Estoy seguro de que tendré tiempo para conocer mejor todo lo que rodea a este país
WASHINGTON COROZO
REFUERZO DE PUMAS