Oposición firme, porque Tlaxcala lo requiere
Después del proceso electoral más grande de la historia, en el que renovamos en Tlaxcala desde el Gobierno del Estado hasta las diputaciones federales, locales, alcaldías y presidencias de comunidad, a quienes seremos parte de la oposición nos queda un camino contundente: construir en favor de Tlaxcala con una postura firme, que defienda a las y los tlaxcaltecas frente a los abusos y los excesos.
Desde Acción Nacional estamos llamados al análisis interno, a cuestionarnos sobre los resultados obtenidos el pasado 6 de junio, y reencausar al partido, buscando la unidad y la reconciliación interna, pues requerimos ser una oposición fuerte y responsable que dé certeza a las y los tlaxcaltecas.
El nuevo Gobierno y Congreso del estado que entrarán en vigencia este mismo año, tienen la gran responsabilidad de anteponer una política de cohesión para lograr construir, lejos del discurso de odio, la división y la confrontación.
En nada abonaría a la construcción de nuestra democracia, ni al próximo Gobierno, fomentar el encono y la confrontación,
al contrario, el gran reto es establecer política de altura, que atraiga inversiones a Tlaxcala, que fortalezca la economía local, que impulse el progreso y que garantice el Estado de Derecho en la entidad.
Desde la oposición en el Senado de la República, seguiré siendo aliada de las y los tlaxcaltecas, una mujer de lucha, comprometida con las causas sociales y la defensa de las y los ciudadanos, siempre con el deseo de hacer de esta tierra, un estado generoso y ordenado.
LA SECRETARÍA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA Y LA PROMESA INCUMPLIDA DEL COMBATE A LA CORRUPCIÓN
El presidente López Obrador informó el cambio que realizó en la Secretaría de la Función Pública, una de las áreas más cuestionadas en este Gobierno, no solamente por su desempeño incipiente, sino también por la serie de omisiones e irregularidades de las que, hasta el día de hoy, nadie sabe nada.
El escándalo por presuntos actos de corrupción de Irma Eréndira, son la consecuencia de uno de los gobiernos más opacos en la historia reciente de nuestro país.
A la extitular se le atribuyen acusaciones en la prensa nacional por enriquecimiento ilícito, compra de bienes a empresas fantasma, aceptar la firma de contratos sin licitación alguna, entre otros.
Es claro: este Gobierno representa la oportunidad perdida que le dieron 30 millones de mexicanos para acabar con la corrupción, y todo parece, que será la misma película para la segunda mitad del sexenio.
Agradezco el favor de su lectura.