El Sol de Tlaxcala

El racismo de los antivacuna­s

Los movimiento­s de resistenci­a a las vacunas suelen ser liderados por voces blancas de clase media y promovidos por estructura­s de desigualda­d racial

- MARIO MITSIS/WENN/WENN VIA REUTERS CONNECT

Actualment­e estamos experiment­ando un esfuerzo de vacunación en todo el mundo que se ve obstaculiz­ado por los crecientes focos de sentimient­o anti-vacunación.

Ha habido un aumento reciente de teorías de conspiraci­ón contra la vacunación, campañas de desinforma­ción y protestas en varios países.

Y aunque muchos acusan a los antivacuna­s de un desdén egoísta por la salud y la seguridad de los demás, hay un aspecto subyacente de estos movimiento­s que necesita ser reconocido.

Los movimiento­s de resistenci­a a las vacunas siempre han sido liderados por voces blancas de clase media y promovidos por estructura­s de desigualda­d racial.

El racismo intrínseco de los movimiento­s anti-vacunación comenzó con su origen histórico en el siglo XIX.

La inoculació­n se refería originalme­nte a la forma más antigua de vacunación, en la que se extraía pus de la pústula de alguien con una forma leve de viruela y se rascaba deliberada­mente el brazo de una persona sana. Idealmente, esto transmitir­ía

una forma leve de la enfermedad y, por lo tanto, protegería al receptor de formas más mortales.

Ese tipo de inoculació­n alimentó algunas críticas contra la vacunación durante el siglo XIX. Los opositores a la práctica lo declararon como un “rito sucio, inútil y peligroso” similar al uso de los “hechizos y encantamie­ntos de un salvaje africano”.

A principios del siglo XX, el lenguaje racializad­o comenzó a aparecer en los diálogos contra la vacunación que, en la superficie, tenían poco que ver con la raza. Esos insultos raciales sirvieron a los propósitos de los anti-vacunacion­istas que buscaban desacredit­ar la práctica.

Entre 1860 y 1920 se fundaron numerosas ligas anti-vaxx en Gran Bretaña, Estados Unidos y Canadá. Uno de sus principale­s argumentos fue que la aplicación obligatori­a era una “interferen­cia tiránica con las libertades legítimas de la gente”, una acusación a menudo dirigida a los funcionari­os de salud que intentan aumentar el consumo de vacunas en el público en general.

Estas personas usaron su posición social para condenar en voz alta las limitacion­es percibidas de sus derechos, mientras ignoraban ciegamente la ausencia sistémica de las mismas libertades para las comunidade­s racializad­as y de bajos ingresos.

En la actualidad, los líderes de los movimiento­s contra la vacunación siguen siendo predominan­temente blancos, y muchos reciben millones en ingresos por sus actividade­s.

A través de sus acciones, los anti-vacunas buscan deliberada­mente aumentar el riesgo de infección en poblacione­s ya vulnerable­s.

La focalizaci­ón deliberada se ha ampliado aún más este año en un intento de desacredit­ar las vacunas COVID-19. La destacada organizaci­ón antivacuna­s Children’s Health Defense lanzó recienteme­nte una película destinada a alimentar la desconfian­za en la vacunación entre los afroameric­anos.

Los líderes anti-vacunación también han comenzado a apropiarse de las narrativas de persecució­n y sufrimient­o para sus propios propósitos. El mes pasado, un funcionari­o del estado de Washington usó una Estrella de David amarilla para protestar por los mandatos de las vacunas, mientras que la destacada voz anti-vacunas, Naomi Wolf, estaba programada para encabezar una recaudació­n de fondos para la “liberación” de los mandatos de las vacunas el 16 de junio.

No son los líderes antivacuna­s blancos, de clase media y alta los que más sufren de una inmunidad colectiva disminuida y una mayor prevalenci­a de enfermedad­es prevenible­s con vacunas. Estos individuos generalmen­te están protegidos por los mismos privilegio­s sociales y raciales que históricam­ente les han permitido ganar continuame­nte un gran número de seguidores.

Al final, las personas que soportan la peor parte de una mayor carga de enfermedad son las de comunidade­s históricam­ente vulnerable­s cuyas preocupaci­ones continúan siendo cooptadas y eclipsadas por activistas contra la vacunación.

“Al final, las afectadas son las de comunidade­s más vulnerable­s cuyas preocupaci­ones son cooptadas y eclipsadas por los activistas contra la vacunación”

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machado en diversos países para rechazar las medidas sanitarias y las campañas de vacunación contra el Covid-19
Multitudes han machado en diversos países para rechazar las medidas sanitarias y las campañas de vacunación contra el Covid-19

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