Afganistán enfrenta éxodo sin precedentes
Aumentan campamentos de desplazados que huyen de los violentos enfrentamientos del Talibán y su avance
KANDAHAR. Aprovechando una tregua en los enfrentamientos, Mohammad Sadeq volvió a casa para recoger algunas cosas, en los suburbios de Kandahar, en el sur de Afganistán, se encontró allí a unos ocupantes nuevos: combatientes talibanes.
Unos días antes, se había marchado a toda prisa y sin llevarse nada. "Las balas [...] golpeaban nuestra casa", cuenta Sadeq, refugiado en uno de los centros, no oficiales, abiertos en la ciudad para acoger a desplazados por los combates.
"Hace un día volví a mi casa, pero los talibanes estaban allí", añade. "Ni siquiera me dejaron entrar".
Como él, decenas de miles de habitantes de los suburbios de Kandahar huyeron de los combates entre las fuerzas afganas y los insurgentes, que se acercan desde varios frentes a la localidad, la segunda más poblada de Afganistán después de Kabul, con 650 mil habitantes.
Según las autoridades, desde hace un mes 22 mil familias es decir, unas 150 mil personas han llegado en coche, autobús, camión o incluso a pie al centro de Kandahar, optando por un futuro incierto y unas condiciones de vida espartanas en un campamento rudimentario, antes que enfrentarse a los peligros de la guerra.
Los talibanes llevan a cabo desde mayo una gran ofensiva, en paralelo a la retirada de las fuerzas internacionales de Afganistán (que está a punto de terminar) tras 20 años de apoyo al ejército afgano.
AVANZAN LOS INSURGENTES
Después de apoderarse de extensas zonas rurales, los insurgentes se han ido acercando a varios núcleos urbanos, como Kandahar, capital de la provincia homónima. La caída de esta ciudad, cuna de los talibanes y epicentro de su régimen cuando gobernaban en Afganistán (19962001), imponiendo su versión ultrarrigurosa de la ley islámica, supondría un desastre para las autoridades afganas.
Hasta ahora, las fuerzas afganas han opuesto una débil resistencia y en algunas ocasiones incluso han abandonado, sin combatir, vastas áreas rurales que han pasado a estar controladas por los rebeldes.
A parte de la capital, Kabul, el ejército afgano prácticamente solo controla las capitales provinciales, que tendrán que defender cueste lo que cueste.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) advirtió recientemente que se está perfilando una posible catástrofe humanitaria en Afganistán, considerando que, en lo que va de año, cerca de 270 mil afganos han tenido que abandonar sus casas, sobre todo a causa de los combates. Una cifra que, sin embargo, solo tiene en cuenta a una parte del flujo incesante de desplazados que llegan cada día a Kandahar.
Y en los rudimentarios campos de Kandahar, que no han tardado en superpoblarse, los problemas de salud ya van apareciendo.
APOYO DE EU
Aunque Estados Unidos ya ha acogido como refugiados a casi 75 mil afganos que apoyaron a sus tropas desde 2008, el vuelo que aterrizó el pasado viernes marcó el inicio de las evacuaciones organizadas por el Gobierno de Biden en el contexto de la retirada de Afganistán.
El avance del Talibán ha aumentando la urgencia de evacuar a decenas de miles de afganos que temen una venganza de los insurgentes, porque durante la larga contienda trabajaron como traductores, ingenieros, conductores, guardias de seguridad, "fixers" o empleados de la embajada estadounidense.
Al menos 20 mil de esos excolaboradores han solicitado un visado especial conocido como SIV, creado por el Congreso estadounidense para dar refugio a aquellos ciudadanos extranjeros que enfrentan amenazas por haber trabajado para el Gobierno de EU.
A esa cifra se suman los familiares de cada solicitante, lo que eleva a hasta 100 mil el número total de afganos que pueden estar esperando para conseguir el visado y trasladarse a Estados Unidos.
La Operación Refugio para los Aliados, como ha bautizado Washington al proceso de evacuación, es extremadamente compleja y ha suscitado la preocupación de muchos activistas y miembros del Congreso, que temen que EU acabe dejando atrás a muchos afganos que ayudaron en la contienda.