Lanzan videojuego sobre la conquista
La UNAM creó Yapoan, la batalla entre tlaxcaltecas y mexicas, a partir del códice Lienzo de Tlaxcala
Porque la historia también se cuenta en un juego, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el marco del programa conmemorativo México500, produjo un videojuego para teléfono móvil sobre la batalla entre tlaxcaltecas y mexicas que derivó en la caída de Tenochtitlán. Yapoan, un videojuego de la conquista, parte del códice Lienzo de Tlaxcala para narrar desde otra perspectiva el proceso de derrota de los mexicas.
Así se da cuenta de la participación de las mujeres en las luchas armadas, las travesías por Cholula hasta llegar a Tenochtitlán y del efecto dominó en la conquista de distintos señoríos tras la caída mexica.
"Pensamos en un Mario Bros prehispánico, se rompe con la visión tradicional porque tenemos que pensar en nuevas herramientas de divulgación. Planteamos la visión que los tlaxcaltecas dejaron plasmada en el Lienzo donde se consideran incluso conquistadores, eso dejaron evidenciado en ocho partes que están traducidas a ocho niveles del videojuego", explica Paola Morán, secretaria técnica de vinculación de Cultura UNAM, encargada de México500.
El nivel uno es sobre la alianzas matrimoniales, el dos trata la marcha hacia Tenochtitlán por Cholula, sigue la llegada a Tenochtitlán y la Noche Triste, luego las conquistas centrales, y el resto aborda las otras guerras para en total referir a los más de 40 años de luchas.
"No es que el 13 de agosto se venció en Tenochtitlán y ya, al contrario, hubo años y años de guerras descentralizadas", apuntó Morán al recordar que el juego estará disponible de manera gratuita a partir del 23 de septiembre en la página mexico500.unam.mx.
Uno de los aspectos novedosos del juego es la visión de género: El principal avatar es Techuelhuetzin, quien aparece en los libros de historia como la esposa de Pedro de Alvarado y poco se habla de su función dentro de la guerra y su labor como traductora, lo que también rompe con el mito de que sólo la Malinche fue intérprete entre españoles e indígenas.