Prostitución, forma común de esclavitud en Tlaxcala
En Tlaxcala la forma más común de esclavitud es el fenómeno de la trata de personas. Se trata de mujeres que son obligadas por parte de proxenetas a prostituirse bajo amenazas de muerte para ellas, sus padres o sus hijos.
Cada 23 de agosto se conmemora el Día internacional del recuerdo de la trata de esclavos y de su abolición, pues la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, establece que en esa fecha, pero de 1791, los hombres y mujeres sometidos a la esclavitud en Saint-Domingue proclamaron su independencia y recuperaron su nombre amerindio original: Haití.
De acuerdo con el estudio “trata de mujeres en Tlaxcala”, elaborado por el Instituto Estatal de la Mujer de Tlaxcala y con apoyo del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), el ilícito es “un secreto a voces” en la entidad, pues la información sobre la red de “lenones” y su modus operandi, circula libremente y de hecho, los delincuentes son conocidos.
Asegura que la mayoría de las personas sabe cuáles son los municipios donde se ubican, pueden describir la forma en que se mueven los grupos delictivos y conocen las casas de seguridad y también tienen pleno conocimiento de los mecanismos de reclutamiento, que van desde el matrimonio, hasta el secuestro, la violación y las amenazas.
Asegura que el fenómeno también afecta a menores de edad, cuyos grupos son de 14 a 17 años, seguido de la explotación de niños menores de 13 años y afecta, tanto a niñas como a niños.
Mientras que el diagnóstico “La Merced: Pobreza, Vulnerabilidad y Comercio Sexual”, elaborado por la Asociación para el Desarrollo Integral, publicó una encuesta con sexoservidoras de la zona de La Merced, en la Ciudad de México, lo que permitió obtener los testimonios que confirmaron la existencia de las redes de trata en Tlaxcala y su forma de operar.
De acuerdo con esa encuesta, el 54 % de las mujeres entrevistadas dijo haberse iniciado en el sexoservicio entre los 15 y 21 años, mediante engaños o amenazas de su pareja, y 32 % afirmó ser originaria de los estados de Tlaxcala y Puebla.
Por último, precisa que la invisibilidad del problema de la explotación sexual y comercial infantil en Tlaxcala se refleja en la constante operación y construcción de hoteles, moteles, prostíbulos, bares, cantinas y casas “clandestinas”, lugares donde son explotados los menores de edad, sin que al parecer haya respuesta institucional frente a esta información.