La mujer que nació para volar
Amelia Mary Earhart es una de las pilotos más conocidas a nivel internacional, nació en Kansas el 24 de julio de1897. Durante su infancia, la familia vivió problemas económicos fuertes porque su padre no tenía estabilidad laboral, así que pasó gran parte del tiempo con sus abuelos maternos. Desde pequeña, Amelia fue inquieta y rebelde, disparaba a las ratas con un rifle, trepaba árboles. Admiradora de otras mujeres, realizó un álbum de recortes con las noticias de mujeres exitosas de la época. Ella misma declara en sus memorias que tuvo que crecer en un periodo donde las niñas tenían que comportarse como niñas.
A sus diez años, Amelia vio por primera vez un avión, al respecto, declaró que no le pareció “gran cosa”, sino que se trataba únicamente de “una cosa de alambre oxidado y madera que no tenía nada de interesante”. En la Primera Guerra Mundial, Earhart trabajó como enfermera voluntaria y visitó el Campo Aéreo Real, fue ahí donde le picó “el gusanillo de la aviación”. En 1920 asistió a un espectáculo aéreo donde se enamoró definitivamente de la aviación.
Amelia se apuntó a las clases de Neta Snook, quien fue la primera mujer que tuvo un negocio de aviación. La estadunidense trabajó muy fuerte y en seis meses pudo comprar una avioneta de color amarillo a la que llamó “El canario”. Su talento para volar era innegable, en octubre de 1922 obtuvo su primer récord al volar a 14 mil pies de altura. Un año después obtuvo su licencia de vuelo de la Federación Aeronáutica Internacional. En ese momento solo 16 mujeres en el mundo tenían la licencia.
En 1928 se convirtió en la primera mujer en cruzar el Atlántico en el aeroplano llamado Friendship junto al piloto Wilmer Stultz y el copiloto Louis Slim. En 1935 comenzó a planear su travesía más importante: volar alrededor del mundo cruzando la línea del Ecuador. Comenzó el vuelo en Miami con su copiloto Fred Noonan, las condiciones climatológicas eran muy malas. Dos días después de iniciar la travesía desaparecieron.