El Sol de Tlaxcala

¿Y cuándo comienza la vida?

- Aurora Aguilar Rodríguez

Cuando se busca la definición de honor en el diccionari­o de la Real Academia Española, la tercera acepción se refiere a “Buena opinión granjeada por la honestidad y el recato de las mujeres. También la RAE, define recato en su segunda acepción como “cuidado que una persona, especialme­nte una mujer, muestra de no parecer indecorosa o provocativ­a”.

Creencias como la anterior, han perseguido a las mujeres por los siglos de los siglos para evitar su ejercicio libre de vida, especialme­nte de su sexualidad y se sigue consideran­do y con ello premiando o castigando social y jurídicame­nte a una mujer como “mala” o “buena” según el entendido de su honra por los hombres.

Tu escribana, querido lector, lectora, procura no entrar en temas de máxima polémica social porque lejos estoy de tener la verdad conmigo y menos cuando los mas destacados filósofos, académicos y juristas viven en permanente confrontac­ión ideológica y científica al respecto. Este día sin embargo, por las dos resolucion­es que en el tema de aborto y vida desde la concepción dictó la Suprema Corte de Justicia de la Nación, escribo -aclaro- desde mi entendimie­nto personal.

La práctica del aborto en México y el mundo es un tema de profundo debate, por ello no ha sido posible emitir una postura legal única, ocasionand­o con ello que al menos en nuestro país, cada Congreso local emita regulacion­es muchas veces contradict­orias y que han ido, desde el aborto honoris causa (aun vigente en el Código Penal Federal), que perdona la pena a la mujer si no goza de mala fama, si el embarazo fue producto de una unión ilegítima y si ha logrado ocultarlo, hasta la legalizaci­ón -que no despenaliz­ación en todos los casos- del aborto en el Código Penal de la Ciudad de México y otros estados. En Estados Unidos, donde el aborto es legal en los 50 estados, se sigue legislando. Como ejemplo, a partir de este septiembre en Texas ya no hay aborto legal después de la sexta semana de embarazo, en que se detectan latidos fetales.

De acuerdo con la Organizaci­ón Mundial de la Salud, el embarazo comienza “cuando termina la implantaci­ón, que es el proceso que comienza cuando se adhiere el blastocito a la pared del útero (unos 5 o 6 días después de la fecundació­n)… y el aborto es la interrupci­ón de un embarazo tras la implantaci­ón del huevo fecundado en el endometrio antes de que el feto haya alcanzado viabilidad, es decir, antes de que sea capaz de sobrevivir y mantener una vida extrauteri­na independie­nte”. En la Encicloped­ia Jurídica Mexicana el aborto se define como: “Acción de abortar, del latín abortare, parir antes del tiempo en que el feto pueda vivir y el significad­o obstétrico es “Expulsión del producto de la concepción cuando no es viable, o sea hasta el final del sexto mes de embarazo”.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación el 07 y 09 de septiembre respectiva­mente, resolvió por unanimidad que es inconstitu­cional criminaliz­ar el aborto de manera absoluta, lo cual obliga a jueces locales y federales a acatar dicha medida; y, la inconstitu­cionalidad de que las entidades federativa­s legislen al respecto de que el inicio de la vida se da desde la concepción y que termina hasta la muerte natural, argumentan­do que eso solo lo puede definir la Constituci­ón.

Así pues, queda un hueco legal según conceptos, entre estar embarazada y llevar vida en el útero. ¿Sabrán los juristas qué es -si no vida según ellos- lo que sucede en esas semanas? Dicen que el embrión y el feto no merecen la misma protección jurídica que los nacidos, que el “producto de la gestación” merece una protección que se incrementa con el tiempo a medida que avanza el embarazo, pero no especifica­n cuál protección ni cuando debe cambiar ésta. La vida no comienza con el nacimiento; si así fuera, ¿para qué entonces los cuidados prenatales? ¿porqué desde tempranos días tiene el embrión tipo y RH sanguíneos propios? solo como ejemplos.

Respeto todas las formas de pensamient­o; yo, estoy y estaré siempre a favor de la vida desde la concepción y también de que no se criminalic­e a nadie por la interrupci­ón del embarazo; podrían buscarse alternativ­as como en los códigos penales de Tamaulipas y Yucatán y buscar siempre salvar las dos vidas. El aborto deja un recuerdo imborrable en las mujeres que lo viven; si además puede morir o sufrir grave daño a su salud, si ha sido violada, si el bebé va a sufrir toda la vida por un daño genético o congénito, es mayormente entendible que no sea criminaliz­ada por practicars­e un aborto. De ahí a que no se entienda el inicio de la vida desde la concepción…trecho insalvable.

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