Humillación histórica
MANCHESTER UNITED CAYÓ GOLEADO ANTE LA VISITA DEL LIVERPOOL, CON UN TRIPLETE DE MOHAMED
Manchester, Inglaterra.- Cientos de aficionados abandonaban Old Trafford al minuto 60, molestos por la imagen del Manchester United, que fue humillado 5-0 en el clásico frente al Liverpool, impulsado por un triple de Mohamed Salah.
Desde la previa se veía que Liverpool es mucho más equipo que Manchester United. Sin embargo, en los clásicos se espera que estas diferencias se acorten, que la pasión de los jugadores igualen los pronósticos.
Pero entre ambos equipos la diferencia es insalvable. Sobre todo en una tarde en la que la defensiva de los Red Devils fue un caos, con un Harry Maguire perdido, que evidenció que los 93.17 millones de dólares que pagaron por él fueron excesivos.
Con facilidad pasmosa, el Liverpool se metía en el área del rival.
Salah, el mejor jugador de Inglaterra en estos momentos, fue el canalizador de la humillación. Con sólo cinco minutos de juego le sirvió el primer gol a Keita, quien definió con la tranquilidad.
Se expuso más tarde Maguire, incapaz de mostrar contundencia y con un lenguaje corporal de juvenil. Keita le ganó la partida y le puso el balón en el costado a Trent Alexander Arnold para que su pase atrás lo embocara Diogo Jota, al minuto 13.
"Ofrecemos disculpas a nuestros aficionados. Se quedaron con nosotros hasta el final y eso es algo que apreciamos", dijo Maguire, tras el encuentro.
El miércoles se levantó de este marcador frente al Atalanta, en la Champions League, pero esta vez sólo fue a peor.
Salah lo complicó todo aún más. Pasada la media hora, Keita tomó un tiro rebotado de Salah, condujo hasta línea de fondo y le regresó el favor al egipcio.
Con el 3-0 en contra, Cristiano Ronaldo explotó y pudo ser expulsado tras varias patadas sobre Curtis Jones. Para su suerte la jugada se saldó sólo con tarjeta amarilla, pero quizás hubiera deseado irse antes al vestuario, porque justo al filo del descanso Salah aprovechó la inexistente defensiva del rival para el cuarto tanto, que despertó la ira de Old Trafford, que abucheó, sobre todo, al técnico Ole Gunnar Solskjaer.
¿Frenaría el Liverpool? Ver a Andrew Robertson pedirle a sus compañeros que no dejarán de apretar, la respuesta es que no.
Otra vez Salah, otra vez Maguire, a quien le ganó la espalda antes de picar el balón ante el portero David De Gea, al minuto 50.
Llegaban reminiscencias del 6-1 que les metió el Manchester City hace 10 años y ni siquiera el gol de la honra, anotado por Cristiano Ronaldo, al minuto 52, subió al marcador porque el VAR lo anuló.
El bochorno era tal que Paul Pogba, quien entró de cambio en el descanso, no duró ni 15 minutos, ya que en una entrada con los tacos por delante mandó en camilla a Naby Keita y a él al vestidor, expulsado por el VAR.
La goleada, la más dura desde que el Tottenham les ganó 6-1 en octubre de 2020 y el Manchester City otro 6-1 en octubre de 2011, provocó el largo suspiro de Sir Alex Ferguson, presente en la grada, y la risa de Kenny Dalglish.
Una humillación que puede sentenciar a Solskjaer y que deja al Manchester United en la séptima posición de la clasificación, a ocho puntos del líder Chelsea.