Queremos vivir más, ¿pero a qué costo?
Casi todos queremos vivir una vida larga y feliz. Por fortuna, durante la última década se ha producido una silenciosa revolución de la investigación en nuestra comprensión de la biología del envejecimiento.
El desafío es convertir ese conocimiento en consejos y tratamientos de los que podamos beneficiarnos, así como romper el mito de que alargar la esperanza de vida saludable es ciencia ficción y mostramos que, en cambio, es un hecho científico.
Existe mucha evidencia de los beneficios de hacer cosas aburridas, como comer bien. Un estudio de grandes grupos de personas comunes muestra que mantener el peso perdido, no fumar, restringir el alcohol a cantidades moderadas y comer al menos cinco porciones de frutas y verduras al día puede aumentar la esperanza de vida de siete a 14 años en comparación con alguien que fuma, bebe de más y tiene sobrepeso.
Reducir aún más las calorías, en aproximadamente un tercio, la llamada restricción dietética, mejora la salud y prolonga la vida en ratones y monos, siempre que coman lo correcto, aunque esa es una pregunta difícil para las personas que están constantemente expuestas a la tentación de la comida. Se cree que las versiones menos extremas del ayuno intermitente o restringido en el tiempo (comer solo durante un período de ocho horas cada día o ayunar durante dos días a la semana) reducen el riesgo de que las personas de mediana edad contraigan diversas enfermedades.
Independientemente de la dieta, el ejercicio hace cosas muy buenas. A nivel mundial, la inactividad causa directamente aproximadamente el 10 por ciento de todas las muertes prematuras por enfermedades crónicas, como la enfermedad coronaria, la diabetes tipo 2 y varios tipos de cáncer.
Si todos en la Tierra hicieran suficiente ejercicio mañana, el efecto probablemente sería aumentar la esperanza de vida humana saludable en casi un año.
Pero, ¿cuánto ejercicio es óptimo? Los niveles muy altos son realmente malos para usted, no solo en términos de músculos desgarrados o esguinces de ligamentos. Puede inhibir el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de enfermedad de las vías respiratorias superiores. Un poco más de 30 minutos al día de actividad física de moderada a intensa es suficiente para la mayoría de las personas. Eso no solo te hace más fuerte y en forma, se ha demostrado que reduce la inflamación dañina e incluso mejora el estado de ánimo.