“El campo está destruido”
El exsecretario de la Reforma Agraria señala que los programas actuales rayan en lo irracional
CDMX. Don Augusto Gómez Villanueva viene de muy lejos. Tiene 92 años. Nació el año en que Plutarco Elías Calles organizó el Partido Nacional Revolucionario, 1929; Emilio Portes Gil allanó el camino hacia la autonomía de la Universidad Nacional e Ignacio García Téllez fue su primer rector. Le urge vivir otros tantos para contar su vida.
“El campo está destruido. Desde que desaparecieron de la Constitución Política los principios de la Reforma Agraria, entonces sí se acabó el reparto de la tierra. Entonces se abandonó la propiedad social. El campo no es sólo cosa de producción. Tiene que ver con los cambios privados en estructuras de producción. Hoy hay cinco millones de pequeños propietarios dueños de ¡una hectárea!
“Pulverizado, así quedó, así está. Tan fragmentado y tan sin apoyo. A ejidatarios y comunidades agrícolas se les retiró el crédito. Asesoría, tampoco. De comercialización, ni hablar. No trascienden de una producción primaria.
“Ejido, comunidad indígena, pequeña propiedad, eso lo liquidó la Reforma al Artículo 27 de la Constitución. La que hizo Carlos Salinas de Gortari dio dominio pleno sobre su propiedad a los ejidatarios. Sin apoyo ni consejo la vendieron. Se fueron a las grandes ciudades. La emprendieron a Estados Unidos.
“Lo peor de todo —resume con amargo rencor— es que el campo de México está en manos del crimen organizado. Ya domina regiones enteras del país. Cada día se agrava el clima de inseguridad que existe en el campo. Hoy el crimen es el usufructuario del campo mexicano”.
Hijo de un ferrocarrilero oaxaqueño que tardó años en hablar castellano y luego escribió libros —pero nunca abandonó su parcela—, se codeó en la UNAM con Don Pablo González Casanova, alternó con Porfirio Muñoz Ledo. Fue a la Escuela Nacional Preparatoria Nocturna. Trató ahí a Carlos Jonguitud Barrios.
—¿Qué efecto tiene ahí, en el campo el TMEC, diputado? —se le pregunta.
—Efectos positivos. Más también provocó desinversión en las actividades agrícolas que no se exportan a los mercados de Estados Unidos, lo que arrojó que se tornara muy escaso el apoyo a los ejidatarios. Es decir, concluyó el financiamiento a productores de maíz, de arroz. Hoy ahí mandan las reglas del mercado, fenómeno que deriva en creciente aumento de importación de alimentos básicos.
El exembajador en Italia (Malta) y Nicaragua sentencia: Día a día se encarecen. México vive hoy una peligrosa dependencia alimentaria de Estados Unidos.
—¿Atrae a los jóvenes de las zonas rurales la actividad agrícola?
—Creo que no —responde el exsecretario de la Reforma Agraria—. Los muchachos no la aprecian rentable, no ven dónde se encuentre lo estimulante de ese esfuerzo. Y no lo ven como medio de ascenso en la escala social. Ven que su ingreso no cubre los gastos de producción.
Todo esto —concluye Gómez Villanueva— tiene grave repercusión social. Hoy es mayor el índice de pobreza en el campo. El cambio climático es enemigo de los campesinos.
Don Augusto Gómez Villanueva sumó seis diputaciones federales, una senaduría, una diputación constituyente de la Ciudad de México y dos embajadas. Disfruta, se deleita en el repaso de perfiles, sucesos, días y horas que vive. Describe penalidades de esta hora: Le quitaron a los campesinos el Seguro Popular que mucho les servía. Hay un crecido número de escuelas rurales cerradas, poblaciones enteras se abandonan. Familias completas lo abandonan todo. Padecen inseguridad, carecen de apoyo. Sufren la inexistencia de instituciones. Esfumaron la Conasupo. Hay precios de garantía… que no garantizan nada. Producción de semillas de muy pobre calidad. Hubo productora nacional de semillas. Hoy no existe. Tampoco la buena comercialización de lo que el campo produce… Imposible así hablar de competitividad frente a los agricultores de Estados Unidos o el otro socio del TMEC.
En rigor —examina el egresado de Ciencias Políticas de la UNAM— esta que vivimos es una hora muy peligrosa para nuestro campo. La terrible pandemia, el cambio climático, nula seguridad, cero mecanismos tipo Fonden. Elevada destrucción de instituciones que producían cierto bienestar. Y añada la presencia del crimen organizado. Todo eso produce gran inconformidad.
Desde su niñez ama, siente el valor de la tierra... Cercanísimo a los campesinos, secretario particular del gobernador Enrique Olivares Santana. Ahí lo descubrió el líder Javier Rojo Gómez, lo distinguió Gustavo Díaz Ordaz: “Me interesa que vaya a la Cámara de Diputados”, lo atrajo.
Desde la Confederación Nacional Campesina trató al discreto secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez. Fue líder de los campesinos, secretario de la Reforma Agraria, líder de diputados federales, embajador en Italia (Malta).
Diagnostica Augusto Gómez Villanueva: Desde un punto de vista político, yo veo que hay una visión equivocada respecto al uso de los programas que en el pasado daban sustentabilidad a los programas agrícolas, forestales, pesqueros y todos los relacionados con el alimento del pueblo. Hoy es preciso buscar vías al beneficio de los campesinos y de todos los mexicanos. Es tiempo de pensar en el Derecho a la Alimentación; la soberanía alimentaria; una Ley de Desarrollo Rural en cultivos básicos; adoptar, desarrollar una política de Estado; lograr la construcción de la Red Alimentaria de México. Todo esto desde un punto de vista eminentemente social. Tenemos que recuperar la vocación productiva rural en el campo.
“Veo que se planea reducir el presupuesto al campo. Gesto muy preocupante. No se estiman daños que acarreó la pandemia. Juzgo que el campo requiere de visión integral, un verdadero Plan Nacional de Desarrollo. Hoy no se destina dinero a lo no productivo. Importa dar con el equilibrio para dar al Estado la función social que le confirió la Revolución Mexicana. Sus Garantías Sociales.
“México, país de economía mixta, propiedad privada y social, logró así vivir 75 años de paz. Que ya desapareció. Una gran amenaza nos amedrenta: plazas que domina la droga. Faz que borra la del México de éxitos y logros históricos. La desesperanza jala a los jóvenes. Se perderán.
—“Sembrar Vida”, “Se reciben aprendices”... ¿No son buenos programas?
—Rayan en lo irracional —responde el experimentado político—, quizá los anima la buena intención. El forestal carece de visión técnica. El ingreso que se entrega roza lo miserable. No llega a salario mínimo. Y luego el clima de polarización que provoca el presidente López Obrador. Ojalá y en su próximo informe, el tercero, siembre, estimule un clima de serenidad. La globalización acarreó gran pobreza en el campo. Hay políticas que dejan sin derechos a millones de mexicanos. Ojalá.
¿Yo? Al lado de los campesinos, de los hombres de mi patria. Como siempre.
“Lo peor de todo es que el campo de México está en manos del crimen organizado”
Hay precios de garantía… que no garantizan nada. Producción de semillas de muy pobre calidad. Hubo productora nacional de semillas. Hoy no existe. Tampoco la buena comercialización de lo que el campo produce...