Pese a pandemia, sigue en la música
Aunque la pandemia limitó su actividad social como intérprete musical, Fernando Cordero Bravo no interrumpe su pasión que desde niño desarrolla.
El zacatelquense complementa su vida con el comercio, el que es una de las alternativas para hacerse de dinero y subsistir.
En diciembre de este año cumplirá 47 años como cantante, lo que le llena de orgullo por hacer pasar momentos emotivos a miles de personas.
Recordó que empezó a cantar desde los 11 años de edad y tiempo después incursionó en diferentes grupos musicales.
“Me inicié con el grupo Atrevidos del Ritmo de Huactzinco, con ellos tocaba percusiones y coros, después pasé al grupo Génesis Rock de la Cruz Blanca de Zacatelco, era versátil, cantaba rock and roll y baladas”, sostuvo.
Añadió que después brincó a Puebla con el grupo Cristales y siguió con el grupo Zacatelco durante nueve años. “Luego tuve mis palomazos con la Sonora Zacatelco y seis años con la Orquesta Moderna de Apizaco de Fidencio Meléndez”, refirió.
Fernando recordó que dedicó muchos años a ser solista en ferias con su hermano Sergio Cordero y otros empresarios. “Con los Terrícolas y los Pasteles Verdes me ubicaba bajo el templete y yo cantaba mientras su vocalista hacía playback. Estuve en ferias de Apizaco con los Pasteles Verdes y en Texcoco con los Terrícolas”.
Cordero Bravo es un amante de la música de los 70´s y 80´s. “Andaba de solista y me acercaba a las sonoras, tengo fotos con artistas importantes, una de ellas publicada en El Sol de Tlaxcala con Manuela Torres”.
Señaló que tuvo la fortuna de estar a un lado de Jhony Laboriel, “abrirle cancha a Maribel Guardia y con el Grupo Indio”. Reconoció que en la pandemia su trabajo musical es a cuentagotas, por eso se apoya de la actividad comercial en su natal Zacatelco. “Nunca la he dejado, he tenido muchos trabajos, pero cantar es mi vida”, enfatizó.
“No es presunción, pero estuve al lado de Juan Gabriel, Yolanda del Río, en Amozoc, Puebla con José José, viví grandes experiencias”, subrayó.