Acusan a comandante de liberar a detenidos
De omisión y probable complicidad acusaron al comandante de la policía de Calpulalpan, Pedro Ortiz Rojas, contratado por el alcalde Edgar Peña Nájera, al ordenar la liberación de un par de personas detenidas por atropellar a un joven repartidor de tortillas, en Españita.
De acuerdo con la declaración de Amparo Guzmán Sánchez, tía del atropellado, la mañana del pasado jueves un vehículo particular embistió al joven al transitar en la localidad de Alpotzonga, municipio de Españita, pero los responsables se dieron a la fuga.
Después de una búsqueda por parte de familiares y amigos, localizaron el vehículo en Calpulalpan y a pesar de que la policía mantuvo retenidos a los ocupantes por un par de horas, los pusieron en libertad, por presuntas órdenes del comandante.
“El mando policiaco nos mintió. Al trasladarnos para Calpulalpan el comandante Ortiz Rojas nos dijo que ellos no habían detenido a nadie, entonces fuimos a preguntar con el de Vialidad y nos confirmó la detención, al verse acorralado, el comandante justificó la puesta en libertad por la falta de una denuncia”, aseguró Amparo Guzmán.
Por esa razón, comentó que decidieron trasladarse a Tlaxcala para presentar la denuncia en contra del policía, porque a su parecer actuó con dolo al dejar en libertad a los dos responsables del delito de lesiones y tentativa de homicidio culposo.
“Fuimos a la Procuraduría General de Justicia del Estado a proceder conforme a Derecho, en contra de los responsables y del mando policiaco pues nos dijeron que si presentábamos la denuncia en Calpulalpan no iba a proceder porque serían juez y parte”, expresó.
Por otro lado, resaltó que su sobrino, de 28 años de edad y cuyo nombre es Edilberto N., se encuentra internado en el Hospital General de Tlaxcala, en la capital del estado y hasta hoy lo reportan como delicado de salud.
Lamentó la negligencia con la que actuó el mando policiaco, quien además asumió una actitud burlona y hasta déspota, al hacerlos perder tiempo y dejar en libertad a los culpables, con el argumento de que no podían privar de la libertad a las personas sin que existiera una denuncia penal.